Los comercios dedicados a esos rubros deberán llevar un formulario donde constará, como declaración jurada, tanto su procedencia como los datos del vendedor y el comprador.
El municipio realizará todas las inspecciones y verificaciones que estime necesarias, dado que el espíritu de la nueva norma se orienta a menguar los efectos que provoca el elevado grado de delitos que se cometen con el fin de comercializar luego los objetos de dudoso origen.