El proyecto, que forma parte del plan de obras públicas, fue realizado por administración con personal de la Municipalidad y respondió a una inquietud de los vecinos.

La remodelación incluyó la renovación del piso, en el que se conjugó la rusticidad de algunos de los frentes con las tendencias actuales en el uso de los materiales. Fue así que se eligió piso de hormigón intertrabado de color gris con motivos en forma de rombo para los que se utilizó adoquín rojo y negro. Los rombos sirvieron para producir un ritmo que se fuera alternando con adoquines de pórfido y los arreglos ornamentales de forestación para los que se utilizaron maceteros cuadrados de hormigón visto.

En contraposición con los maceteros se distribuyeron las columnas de iluminación en las que se colocaron artefactos con lámparas de 125 w. En el diseño de las farolas se puso énfasis en lo artesanal, realizando variados elementos de volutas con planchuelas.

Para el escurrimiento del agua de lluvia y la captación de los desagües pluviales de los frentistas, se construyó una acequia central a lo largo de todo el paseo, cubierta con reja de planchuelas.

Como parte el embellecimiento del paseo se decidió pintar los frentes de todas las casas vecinas colindantes, para los que se utilizaron los colores pasteles. Además se han construido diez canteros de 60 por 60 cm, los que han sido provistos de diversas plantas ornamentales de bajo consumo hídrico.

Se ha previsto cartelería que preserve el tránsito peatonal, evitando la permanencia y circulación de vehículos estacionados.

Un poco de historia

El nombre de «Dr. Estanislao Zeballos» le fue impuesto a este «pasaje público» por la Ordenanza nº 746 que data del 16 de Julio de 1924. Con esta designación, el municipio capitalino rindió homenaje a una destacada figura nacional.

El doctor Zeballos, nacido en Rosario en 1854,  fue político, abogado,  periodista y publicista; en tres oportunidades fue ministro de Estado en los departamentos de Relaciones Exteriores, Culto, Inmigración, Colonización, Instrucción Pública y Justicia. Dos veces fue ministro plenipotenciario ante el Brasil y los Estados Unidos de América. Fue también negociador de varios tratados internacionales y  presidente reelecto de la Cámara de Diputados de la Nación y diez años miembro de ella; diputado en la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires, miembro del Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya, del Congreso Pan-Americano de 1910;  miembro del Instituto de Derecho Internacional, del Instituto de Derecho Comparado, ex-Director de Correos y Telégrafos.

Zeballos fue escritor toda su vida; colaboró en varios diarios y revistas; su obra periodística más importante fue escrita para El Nacional, del cual fue fundador, y para La Prensa, al que estuvo vinculado muchos años. Murió en Liverpool, Inglaterra, en 1923.