El estadio Víctor Legrotaglie, con la presencia estelar de la leyenda viviente que le dio su nombre, fue el entorno ideal para los festejos que el club atlético Gimnasia y Esgrima realizó como cierre de año. Allí asistió el intendente Ulpiano Suarez, quien acompañó la multitudinaria celebración de esta institución que ha tenido un vertiginoso crecimiento en los últimos años.
«Estoy muy contento de volver acá, he venido muchas veces como hincha y ahora, como intendente, quiero felicitar a toda la comisión directiva, hombres y mujeres que dejan un montón de horas por el club. También a todos los profes, de todas las disciplinas, a los papás por confiar en sus chicos y en este gran club. A los chicos quiero decirles que Gimnasia es un lugar muy lindo para practicar deporte, algunos se irán a destacar, ojalá que muchos, pero si no, aprovechen esto para compartir, para trabajar en equipo, para aprender que en la vida hay que esforzarse como en los entrenamientos y después en la cancha», afirmó el intendente de la Ciudad de Mendoza.
«También deseo transmitirles el compromiso de seguir trabajando muy fuerte con el club. Se hace un gran trabajo desde la Ciudad en cada uno de los gimnasios y de los playones, pero es fundamental para que seamos una ciudad saludable y que los chicos estén vinculados al deporte que los clubes también participen. Felicito a Gimnasia por el trabajo que se hace», añadió Ulpiano Suarez, quien también saludó y expresó su cariño hacia Víctor Legrotaglie, recientemente declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Mendoza.
«Un día 100% blanquinegro» fue el nombre de esta fiesta en la que los miembros del club despidieron el año a lo grande. Tanto los profesores como los alumnos y los jugadores profesionales compartieron una jornada en la que convivieron diferentes disciplinas como fútbol, fútsal, padel, hockey, handball, básquet y patín.
El intendente de la Ciudad fue honrado con un sentido presente de parte del club. El presidente de Gimnasia y Esgrima, Fernando Porretta, le entregó una camiseta con el número 8 y la palabra Yayo en la espalda, por el apodo con el que Ulpiano Suarez es conocido desde chico. El intendente, sin dudarlo, se calzó la casaca del Lobo mendocino desde el primer momento y se sumó a los festejos como un hincha más.
Los presentes también disfrutaron de espectáculos de música en vivo (con baile y todo), humor, imitaciones y hasta una propuesta actoral con teatro de improvisación que divirtió a grandes y chicos. No faltaron comidas y bebidas para que la hora del almuerzo pueda ser compartida por esta gran familia que conforma el club Gimnasia y Esgrima de Mendoza.