En la ocasión se hizo un minuto de silencio para homenajear con respeto al prócer Manuel Belgrano, quien luchó siempre por nuestra identidad y fundó con los colores celeste y blanco el emblema que nos representa ante el mundo.
Luego, los presentes pudieron disfrutar de chocolate caliente y sopaipillas mientras observaban la actuación del ballet folklórico de adultos de la municipalidad de la Ciudad de Mendoza.