“Siendo nuestra intención no causar molestias a transeúntes y mendocinos en general, nos ponemos a disposición para la coordinación y organización de las medidas que se consideren oportunas”, manifiesta un apartado de la nota. De esta forma, la organización da curso a lo que establece la norma municipal, la cual aclara que estas acciones “sólo podrán efectuarse previa autorización expresa de la autoridad de aplicación”.
Teniendo en cuenta esto, la Municipalidad de Mendoza autorizó dicho pedido, aclarando que al momento del acto debe observarse el Código de Convivencia en todos sus puntos. Parte del articulado de esta norma, sostiene: “Los organizadores de actos públicos, en atención a los principios de colaboración, corresponsabilidad y confianza con la autoridad municipal, deberán velar por que los espacios públicos utilizados no se ensucien y sus elementos urbanos o arquitectónicos no se deterioren, quedando obligados, en su caso a la correspondiente reparación”.
“Cuando sancionamos este Código el objetivo era lograr que Mendoza sea una ciudad más armónica y amigable para vivir. Celebramos la actitud responsable de solicitar en tiempo y forma el uso del espacio público para llevar a cabo un evento de manera organizada, que respete los derechos de todos, y que permita trabajar para ocasionar las menores molestias posibles a los vecinos”, expresó el intendente Rodolfo Suarez.
La sanción del Código de Convivencia fue una de las medidas más destacadas de la gestión del intendente Suarez y, paulatinamente, ha ido ganando aceptación en diversos sectores de la sociedad. Los resultados, a cuatro años de su sanción, están a la vista: espacios públicos más limpios y una convivencia urbana cada vez más armónica, entre otros.