El gran número de visitantes hizo que la ocupación hotelera se colmara y que las plazas y espacios verdes se llenaran de fotógrafos foráneos, la mayoría procedentes de Buenos Aires, Santa Fé, Córdoba y Chile, quienes disfrutaron de las bondades de la Mendoza Maravillosa.
Los Centros de Información Turística recibieron las consultas de los miles de turistas que transitaban por las calles de la Capital mendocina.
Los servicios ofrecidos por los prestadores, tales como gastronomía, alojamiento, interesantes excursiones, actividades programadas, fueron excelentes.
Así fue como pasó Semana Santa la Ciudad, recibiendo con los brazos abiertos y una cálida bienvenida a los turistas.
Una vez más la Capital Internacional del Vino demostró que es un Oasis que maravilla, que atrae, que vive y que comparte.
Gracias a todos por elegirnos. ¡Los esperamos pronto!