La Nave Cultural recibió a 120 niños del comedor “Rinconcito de Luz” de Luján

Jul 02, 2018 Categoría: Cultura

El sábado por la mañana, maestras, madres, chicos, adolescentes y gente solidaria del Gran Mendoza, se reunieron en el espacio situado en el Parque Central para disfrutar de un día inolvidable que comenzó con el partido en pantalla gigante de Argentina-Francia y finalizó en los jardines de la Nave.

La Municipalidad de Capital recibió y le dio la bienvenida a la Ciudad, a los chicos del comedor “Rinconcito de Luz” ubicado en el departamento de Luján de Cuyo. Junto a un grupo de personas que llevan la solidaridad en la sangre y desinteresadas en dar a conocer su identidad, hicieron que los pequeños -entre ellos adolescentes-, pudiesen ver el partido de Argentina y Francia en pantalla gigante, comiesen un rico locro, jugaran en los jardines del parque, entre otras actividades que hicieron sonreír a los niños y niñas presentes.

Fueron 120 los pequeños que llegaron a la Nave bien temprano para ser recibidos con un desayuno y obsequios que entregó la muni, como ropa de abrigo (cuellitos, guantes, gorros). De ese número, el 95 por ciento no conocía el Parque Central y mucho menos la Nave, por lo que se los pudo ver disfrutar a pleno en este espacio de encuentro solidario que organizó gente de todas partes de Mendoza y de diferentes clases sociales.

Mientras, un grupo de personas cocinaba un gran locro que degustaron maestras, directoras, mamás, coordinadores y todos los que colaboraron bajo el mismo objetivo: que los chicos del comedor la pasaran increíble.

Luego del riquísimo locro, la sala mayor de la Nave se preparó para que “Mía y Guadalupe”, actrices locales, brindaran una entretenida intervención artística. Pero el cronograma no terminó ahí. Una institución gastronómica donó una torta de 12 kilos destinada a los asistentes de “Rinconcito de Luz” y por supuesto, a los que colaboraron.

Susi Velazquez, maestra y directora del comedor, dijo: “Esto surge por la sensibilización de la gente respecto a cómo viven nuestros chicos. Gran parte de la comunidad se solidarizó y donó  comida, ropa, bebida, sin necesidad de querer darse a conocer. Esto nos hace sentir merecedores de cariño”.

Susi contó: “La idea del comedor empezó en julio de 2012; nosotros somos ocho maestros, y no podíamos entender cómo podíamos hablar de multiplicación o resolución de problemas cuando las necesidades eran otras, como la comida, el compartir una mesa, tener un espacio en común”.

“A ´Rinconcito de Luz´ puede asistir cualquiera, no es una escuela tradicional, somos una comunidad educativa formada por maestros, padres y madres que ayudan, se hacen cargo y acompañan el proceso de sus hijos desde el afecto. Agradezco a todos los que hicieron posible esto, porque ver a los chicos felices no tiene precio”, finalizó Susana.

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