Se colocaron 71 bancos nuevos a los que se les infundió un bagaje de colorido y formas donde aparecen reflejadas las distintas regiones de Chile, con los despliegues de colores de la bandera del país hermano y de sus paisajes.
Los asientos se han distribuidos de la siguiente manera: el primer grupo de 48 lleva los nombres de los sitios más famosos, 8 alrededor de la fuente y 15 en los juegos infantiles, en todos surge una estrella de la insignia chilena.
La fuente central, que durante años siguió fiel a su estructura antigua, es luego de la remodelación, un despliegue policromático y de simbolismos, atrayente y transformador. Además se renovaron los 8 bebederos con platos de acero inoxidable y 15 papeleros cilíndricos de metal.
Iluminación generosa, brindada por 72 modernos artefactos unitarios, distribuidos en toda la superficie de la plaza, incorporándose luz al sector de los canteros para otorgarle mayor seguridad a las diferentes áreas.
Los juegos infantiles fueron sustituidos, colocándose elementos de pvc, incluyendo algunos modelos que permitirán disfrutar lúdicamente a chicos discapacitados.
Las acequias circundantes fueron revestidas en piedra bola y se mantuvo el riego por aspersión. En cuanto a la fuente central, cuyo volumen actualmente sobresale del piso, quedó a novel, pero el centro hundido con un cuenco donde se pueden apreciar los mosaicos venecianos o «venecitas».