Ulpiano Suarez recibió al maratonista mendocino, Ignacio Erario, en el Salón Amarillo Municipal. El intendente felicitó al joven de 28 años, habitante de la Ciudad de Mendoza, quien batió dos récords en la última Media Maratón de Buenos Aires de 21km.
Erario ostenta la mejor marca de un atleta argentino en suelo nacional. Finalizó séptimo en la Media Maratón, con una marca de 1h01m14s y, con ese tiempo, es además el segundo mejor de la lista argentina absoluta, sólo superada por el récord que Antonio Silio (1h00m45s en Suiza) mantiene desde 1998. Asimismo, el tiempo de Erario en Latinoamérica, se ubica en el puesto 5, entre todos los corredores del sur del continente.
Erario corrió por el circuito de Buenos Aires que atravesó los barrios de Palermo, Recoleta y el centro de la Ciudad porteña. Se trata de una de las carreras más convocantes de Latinoamérica.
Ignacio Erario es vecino de la Ciudad y empezó a correr hace más de 10 años. Hace tan solo 4 años corre de manera profesional y ya hace historia. Ha entrenado y corrido en las maratones de la Ciudad de Mendoza y, alguna que otra pista, compartió con el intendente Ulpiano Suarez.
«Siempre he vivido en la Ciudad. Entrenando en el Parque Central, parque General San Martín, por la ciclovía. Todo mi lugar de entrenamiento es siempre acá. En Capital, en Ciudad. Es la ciudad en la que yo elijo vivir. Yo creo que Mendoza es de los mejores lugares para entrenar. Conozco casi todo el país. Y me han llegado ofertas para irme a otras provincias. Pero no, yo elijo Mendoza como mi lugar de entrenamiento y para vivir. Creo que se vive muy bien. Y se puede entrenar muy bien», sentenció el atleta que ya se prepara para una nueva aventura.
Erario además está próximo a ser papá de un niño, Felipe, al que espera con ansias conocer en medio de sus desafíos profesionales. El próximo 22 de septiembre disputará la Maratón de Buenos Aires de 42km y luego volverá a la provincia para continuar sus entrenamientos .
Ulpiano Suarez conversó con entusiasmo con el atleta mendocino y expresó su orgullo por los logros obtenidos por el corredor.