La jornada, con importantes atractivos, contó con la participación de cientos de fieles que se acercaron para festejar la fecha.

Este jueves, la Ciudad de Mendoza vivió una jornada llena de fervor y tradición con la celebración del Día del Santo Patrono Santiago. Esta festividad, que se lleva a cabo desde 1976, tiene como origen la ofrenda del pueblo mendocino a Santiago Apóstol para pedir su protección contra los temblores. Y, este año, la Peatonal Sarmiento fue nuevamente el epicentro de los festejos.

Las actividades comenzaron al mediodía con la salida de la imagen del Santo Patrono Santiago, que fue colocada en un altar frente a la sede parroquial. Durante todo el día, los fieles pudieron acercarse para venerar y rezar ante la imagen sagrada. 

A partir de las 13 horas, el ambiente se llenó de música y danza con las presentaciones de los ballets Juvenil y de Adultos de la Ciudad, diversos grupos folclóricos y la Banda de la Policía de Mendoza. Además de las actividades culturales, los asistentes disfrutaron de una variada oferta gastronómica que incluyó paella, carne a la olla y empanadas. Asimismo, a partir de la iniciativa de la Cantina La Rambla, por segundo año consecutivo, se entregaron 120 porciones de arroz con pollo a personas en situación de calle.

Como en cada celebración, se realizó la procesión que recorrió las calles cercanas al templo. La misma inició en la sede parroquial desplazándose por Peatonal Sarmiento, continuando por Avenida España, Espejo, Patricias Mendocinas y regresando nuevamente por Peatonal Sarmiento.

Posteriormente, tuvo lugar, en la misma Peatonal Sarmiento, la Santa Misa en honor al Patrono de Mendoza. Luego, se reanudaron las actividades artísticas y se ofreció el tradicional chocolate a las autoridades presentes, organizado por la Bolsa de Comercio de Mendoza.

La celebración del Día del Santo Patrono Santiago fue, nuevamente, una nueva jornada de encuentro, fe, cultura y solidaridad, consolidándose como una fecha importante para la comunidad mendocina, que se reunió para rendir homenaje a su protector.