Esta figura que lleva adelante el municipio, la cual permite que los vecinos participen en las sanciones a incumplimientos en el Código de Convivencia, determinó la responsabilidad del accionar de una persona que pintó sin autorización grafitis en una pared y un portón de una dependencia del colegio San Pedro Nolasco.
La Ciudad de Mendoza llevó adelante una nueva audiencia de juicio con la intervención del Jurado Vecinal, esta figura que puso en marcha el municipio el año pasado y que posibilita que vecinos y vecinas de la capital sancionen distintas conductas que incumplan el Código de Convivencia.
En esta audiencia, llevada a cabo este jueves al mediodía en el Honorable Concejo Deliberante, se evaluó el accionar de una persona que pintó dos grafitis. Las pintadas fueronen una pared y sobre un portón de un inmueble que es propiedad del colegio San Pedro Nolasco, en Córdoba y Montecaseros. El hecho ocurrió en noviembre del año pasado.
Este acto es una degradación visual del entorno urbano, falta que está penada por el artículo 20 del Código de Convivencia y sus artículos concordantes. En el momento del hecho, se incautaron varios aerosoles de pintura, se tomaron fotografías y personal de preventores labró un acta de infracción, dejando constancia de la acción y por la cual el infractor tiene que abonar una multa de hasta 5000 UTM, aproximadamente unos 305 mil pesos.
El director de Asuntos Jurídicos del municipio, Lucas Boulin, presentó el caso al jurado vecinal, que estuvo compuesto por siete vecinos de la Ciudad que llegaron a esta instancia luego de haber sido seleccionados en un sorteo.
Después llegó un breve intermedio, donde los siete integrantes del jurado deliberaron acerca del hecho. Con la decisión tomada, los siete jurados ingresaron al recinto y el representante leyó la resolución: por decisión unánime (siete votos a favor), se decidió encontrar responsable al infractor.
El acusado no estuvo presente en la audiencia. Ya había sido declarado en rebeldía ante su incomparecencia a una audiencia preparatoria que se realizó a principios del mes pasado, de la que fue debidamente notificado. También había sido avisado sobre esta audiencia final.
Esta figura de rebeldía no paraliza el proceso y el acusado puede ser pasible de un recargo de hasta el 50 por ciento de la sanción prevista.
Este es la segunda vez que el Jurado Vecinal sanciona a una persona que vandaliza el espacio público. La audiencia anterior fue en abril, cuando se encontró culpable a un joven que había grafiteado una pared sobre la calle Alberdi. En esa oportunidad, el infractor se comprometió a dejar el muro en condiciones y pintar un mural a cambio de no recibir la pena económica.