Miles de personas llenaron los bares de la calle más divertida de la Ciudad en un festejo en el que se destacó la articulación público-privada. La celebración fue el marco ideal en el que Ulpiano Suarez recibió a la reina nacional Agostina Saua.
La celebración por el sexto aniversario de la Arístides se vive en la Ciudad de Mendoza entre música, gastronomía y un ambiente de alegría contagiosa, con unas 40 mil personas entre vecinos, mendocinos y turistas que se han acercado para festejar y disfrutar. Sin perderse este significativo evento de la capital, el intendente Ulpiano Suarez llegó junto a la reina de la Ciudad y representante nacional de la Vendimia, Agostina Saua Carrión.
Entre fotos, saludos y al ritmo de los diferentes djs, Agostina arribó junto a la virreina Rocío Neila, quien estuvo acompañada por el intendente de su departamento (San Carlos), Alejandro Morillas. La llegada de las soberanas fue a puro brillo y show, con artistas que pusieron color y baile a su paso por la calle.
“Esta es una ocasión especial para la Ciudad, es el aniversario de la Arístides, con este formato innovador y austero, pero podrán apreciar que está colmada de mendocinos y turistas disfrutando esta hermosa noche. Y, también, estamos acompañándolas a ellas, Agostina y Rocío. Esta es una gran noche para la Ciudad y estamos esperando que todos disfruten”, manifestó el jefe comunal de la capital.
Además, comentó: “Este formato se trabajó junto a los emprendedores gastronómicos de esta calle, con un gasto mínimo comparándolo con ediciones anteriores, pero que nos permite tener una linda jornada y recibiendo a Agostina. Así que estoy muy contento”.
Agradeciendo el apoyo, Agostina expresó: “Quiero agradecer a todos los que están acá con nosotros, festejando el sexto aniversario de la calle Arístides. También a aquellos que nos acompañan y que me han acompañado desde el comienzo. Al Club Mendoza de Regatas, la Ciudad de Mendoza por su gran apoyo, al intendente Ulpiano Suarez, a toda mi familia y a mis amigos. También, a todas las mujeres que me inspiraron, que me dieron fortaleza, que me formaron, que me ayudaron a seguir a pesar de todo, esto se lo debo a ustedes. ¡Feliz Vendimia y salud!”.
Pero la celebración se vive desde horas de la tarde, con una Arístides inundada por la energía de los asistentes, quienes han llegado en gran número para sumergirse en esta noche de puro entretenimiento. Engalanados para la ocasión, diferentes outfits van luciéndose por esta colmada y alucinante calle, que, con la música en vivo a cargo de más de 20 djs propuestos por cada bar, se ambienta con distintos estilos musicales.
Una de las características más destacadas de esta celebración es la peatonalización de la calle, permitiendo que los presentes puedan moverse con libertad y seguridad mientras exploran las múltiples ofertas gastronómicas y de entretenimiento que ofrece el lugar, como así también la posibilidad para los locales de desplegar sus mesas sobre ella. Desde propuestas culinarias hasta innovadoras creaciones de coctelería, la variedad de opciones de los comercios gastronómicos y bares brinda una gran experiencia para todos.
«La Arístides es un símbolo de la vitalidad y la diversidad cultural de nuestra Ciudad«, comentó María, una mendocina que ha acudido al festejo. «Es increíble ver cómo se transforma para esta ocasión especial, creándose un espacio para que nos reúnamos y nos divirtamos juntos», agregó.
Este icónico espacio, conocido por sus restaurantes, bares y tiendas, se ha convertido en el epicentro de la actividad social y cultural en la región, atrayendo a una importante cantidad de personas en esta ocasión especial. Teniendo en cuenta el contexto económico que se vive actualmente, en esta oportunidad, los festejos han sido de menor envergadura, pero con la idea firme de continuar destacando la significativa fecha.
Esta celebración anual resalta la importancia de la presencia de un eje gastronómico cultural que ofrece a citadinos y visitantes una de las opciones más importantes a la hora de llevar adelante un encuentro en la provincia. Mientras los visitantes continúan disfrutando de la música, la comida y la compañía de amigos y familiares, queda claro que este evento se ha convertido en una tradición arraigada en el corazón de Mendoza.