El municipio informa sobre las medidas que se deben tener en cuenta durante el periodo estival.
La Ciudad de Mendoza pone a disposición de los vecinos y personas en general una guía interactiva de consejos y cuidados a raíz de las altas temperaturas. Es que, a medida que nos adentramos en la temporada estival, es imperativo que nos preparemos para enfrentar las olas de calor, fenómenos meteorológicos que marcan los días más cálidos del año.
Estos eventos, que se caracterizan por prolongados periodos de temperaturas inusualmente altas, se han vuelto más frecuentes y severos debido al cambio climático. La combinación de estas altas temperaturas y un clima cada vez más volátil requiere una planificación meticulosaymedidas preventivas, para asegurar la seguridad y bienestar de nuestra comunidad.
¿Qué son las olas de calor y cuál es su relación con el cambio climático?
Se trata de episodios climáticos extremos que se manifiestan como periodos prolongados de temperaturas significativamente superiores a las medias históricas para una región y estación determinadas. Estos eventos pueden perdurar durante varios días o incluso semanas, llevando consigo una elevada humedad que dificulta la disipación del calor, creando condiciones potencialmente peligrosas para la salud humana.
El cambio climático, causado principalmente por la liberación excesiva de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera, ha intensificado la frecuencia e intensidad de estas olas de calor. El calentamiento global no sólo contribuye al aumento general de la temperatura del planeta, sino que, también, altera los patrones climáticos, desencadenando eventos extremos de mayor magnitud y duración.
Las olas de calor pueden generar impactos significativos en los ecosistemas. El aumento de las temperaturas puede llevar a situaciones de estrés hídrico y a cierta disminución de la biodiversidad, lo que afectaría a la flora y fauna local. Asimismo, estas condiciones aumentan la probabilidad de incendios forestales, lo que subraya la importancia de medidas preventivas para salvaguardar tanto el entorno natural como las comunidades cercanas.
Preparación y prevención: consejos claves
Las olas de calor, más allá del malestar inmediato que generan, tiene impactos y aspectos multifacéticos en diversos aspectos de la vida cotidiana y en la salud de las comunidades. Uno de los más inmediatos es el aumento del riesgo de golpes de calor y deshidratación, especialmente en los grupos más vulnerables como niñas, niños, ancianos y personas con enfermedades preexistentes. En base a esto, se comparten algunos consejos claves:
– Hidratación constante: mantenerse bien hidratado es esencial. Consumir agua regularmente ayuda a equilibrar la temperatura corporal y prevenir la deshidratación.
– Vestimenta adecuada: optar por ropa ligera, de colores claros y transpirable colabora para mantener el cuerpo fresco y facilita la evaporación del sudor.
– Evitar la exposición directa al sol: buscar sombra y limitar la exposición al sol, especialmente durante las horas de mayor intensidad (entre las 10 y las 18), reduce el riesgo de golpes de calor.
– Usar protector solar: aplicar protector solar de amplio espectro, con factor de protección solar (FPS) adecuado, ayuda a prevenir quemaduras solares. También, es importante protegerse utilizando gorros, sombreros, lentes de sol.
– Ventilación y aire acondicionado: si es posible, pasar tiempo en lugares frescos y bien ventilados.
– Atender a grupos vulnerables: prestar especial atención a niñas, niños, ancianos y personas con condiciones médicas preexistentes, ya que son más susceptibles al calor extremo.
– Chequeo regular de mascotas: asegurarse de que las mascotas tengan suficiente agua y sombra, y evitar sacarlas a pasear durante las horas más calurosas.
– Comunicación de emergencia: mantenerse informado a través de fuentes confiables sobre alertas de calor y consejos de seguridad.
Para obtener más información sobre las olas de calor y cómo prepararse para prevenir sus efectos, visitá la GUÍA INTERACTIVA.