Se abrió la primera etapa de la puesta en valor de este lugar del cementerio que se utilizó para enterrar clandestinamente a personas secuestradas y asesinadas por la última dictadura. Actualmente es un espacio que interpela a la sociedad, llama a la reflexión y educación en derechos humanos.
La Ciudad y la Suprema Corte de Justicia provincial llevaron adelante un acto trascendental en materia de derechos humanos. Es que inauguraron la puesta en valor del Cuadro 33, sitio histórico para la reflexión de la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Para ello, el intendente Ulpiano Suarez junto con Dalmiro Garay, por parte de la Suprema Corte, convocaron a familiares de desaparecidos, organismos de derechos humanos, al Equipo Argentino de Antropología Forense y al equipo de Arqueología de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo que trabajan allí desde hace años. También estuvieron presentes importantes funcionarios del municipio, del Honorable Concejo Deliberante, de la Corte, de la provincia y sus equipos de gestión.
Antes de destapar la placa distintiva y recorrer la primera etapa de la obra diseñada por el arquitecto «Nino» Bonoldi, el intendente le agradeció a los presentes y expresó: «Gracias a las autoridades que están aquí, a los organismos de derechos humanos, a los familiares de detenidos desaparecidos y a vecinos y vecinas presentes. Siento que este es uno de los actos más trascendentes de mis cuatro años de gestión, porque uno debe dimensionar la intervención en el espacio público no por la cantidad de metros cuadrados, sino en cómo esa intervención forja la identidad de una sociedad«.
Y agregó: «En el marco del Día Nacional por el Derecho a la Identidad, damos luz sobre este sitio que los protagonistas de la época más oscura de nuestra historia quisieron que permaneciera por siempre en las sombras. Hoy, en momentos en que se pone todo en cuestión y se relativiza el valor de la verdad y la ética de la coherencia, damos un mensaje contundente de compromiso con los valores democráticos, con la política como herramienta de transformación social».
Para cerrar, afirmó: «Este hecho que hoy compartimos fortalece una senda de esperanza, de confianza en nosotros como país. Porque reflexionar en tiempos como el que vivimos más que una necesidad es una responsabilidad que no debemos dejar pasar. Cuentan con este intendente y con el equipo de gestión para seguir trabajando juntos. ¡Democracia para siempre!«.
Por su parte, el arquitecto Juan Eduardo Bonoldi, quien desarrolló el proyecto en conjunto con el equipo de arquitectura del municipio, manifestó: «Cuando iniciamos este camino hace dos años, esto era un campo vacío y decidimos llevar adelante este compromiso. A partir de allí, esto comenzó a encaminarse de una manera armoniosa. Y hoy estamos en un lugar que nos interpela, representando una situación límite de las personas enterradas clandestinamente aquí».
«Agradezco a la Municipalidad, al gobernador, a la Justicia y por supuesto a los organismos de derechos humanos que iniciaron este camino de búsqueda con el equipo forense y lograron la identificación de desaparecidas y desaparecidos. En su momento dije que teníamos que unir y ese fue el amor para nosotros. Empezamos a unir, la justicia ha sido un camino de unión y ahora este lugar tendrá un valor muy importante para la educación, la reflexión y la celebración de los derechos humanos. Que este camino sea una luz para caminar juntos», concluyó Bonoldi, hermano de Adriana Bonoldi, secuestrada y desaparecida el 1 de diciembre de 1976.
Finalmente, Dalmiro Garay llamó a «no olvidar» y a qué «exista la Memoria para siempre», recordando que la sociedad argentina elige desde hace 40 años la democracia.
Recuperación y puesta en valor del Cuadro 33
Para continuar con el acto, se llamó a las autoridades y a los familiares de desaparecidos a descubrir la placa que reconoce al Cuadro 33 como un sitio de la memoria. Luego, se invitó a los presentes a recorrer el paseo lateral, situado al costado este de la parcela, el cual presenta la historia de personas enterradas allí durante la dictadura militar.
Esta primera etapa de la obra está conformada por una pérgola en el lado este del cuadro, creando un espacio de permanencia y contemplación de las excavaciones realizadas allí. La estructura estará acompañada por diez bancos y nueve piezas gráficas que informan y describen lo sucedido en el lugar.
Para finalizar, se contó que se trabajará en una segunda etapa que recorrerá las fosas y los pozos que muestran el trabajo de investigación y búsqueda de la verdad, sin impactar con lo realizado.
Más acerca de este sitio por la Memoria
El Cuadro 33 es un sector del cementerio de la Ciudad de Mendoza que, según registros y testimonios, siempre estuvo destinado para enterrar a los denominados NN. Se representa allí lo que la dictadura quiso ocultar y el trabajo de los familiares que no se rindieron.
Fue gracias a la investigación y búsqueda incansable de la Comisión de Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas de Mendoza que presentaron ante la justicia la evidencia necesaria para que se pudieran ordenar las excavaciones.
Desde el año 2010 hasta la actualidad, el Equipo Argentino de Antropología Forense ha realizado múltiples excavaciones con el apoyo del Equipo de Arqueología de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo, encontrando los restos de 115 personas, entre los cuales se lograron identificar los de Ana María Moral; María del Carmen Laudani de José; Alberto José; Raquel Herrera de Bernal; Juan Bernal; Sabino Rosales; Antonio Juan Molina y Néstor Alberto Oliva, todos enterrados de forma clandestina.
En nombre y memoria de cada uno de ellos, en 2021, el arquitecto Juan Eduardo Bonoldi propuso el diseño de la obra inaugurada hoy, que tiene por objetivo recuperar el nombre y memoria de cada uno de ellos, sacándolos del olvido y honrándolos. Se busca transmitir una experiencia sensible y consiente, en búsqueda de la verdad.
En el marco del Día Nacional por la Identidad, se recuerda la labor realizada por las Abuelas de Plaza de Mayo, quienes a partir de la lucha por la recuperación de sus nietos y nietas apropiados/as por las fuerzas armadas durante la última dictadura cívico militar Argentina (1976-1983), impulsaron el reconocimiento de este derecho y actualmente han podido restituir la identidad de 133 nietos/as.