Pasadas las 16 horas del martes el Parque Central ya se veía bastante poblado, niños, familias, grupos de amigos que entre mates y facturas se preparaban para pasar una hermosa tarde acompañada por excelente música en vivo.
El escenario montado en la explanada del reloj solar entró en calor con el rock de La Tropilla Rea, la primera banda de la grilla del festival Primavera Rock, organizado por la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza y la UNCuyo, que transmitió en vivo todo el evento a través de Señal U.
En el detrás de escena estuvo el estudio en el que todos los artistas dieron mini entrevistas tanto antes como después de sus shows, relatando la experiencia en directo.
El rock local siguió con Lupus y luego con Pasado Verde, banda de gran protagonismo y crecimiento en la escena mendocina que presentó su nuevo disco en el que ha afianzado su sonido y su presencia escénica de manera notable.
A medida que caía la tarde la gente seguía llegando, los espacios verdes se poblaron cada vez más y la energía del Día del Estudiante y de la Primavera se empezó a convertir en delirio bailable. Primero al paso tranquilo y contagioso del reggae de Maluko, que dejó al público en el estado perfecto para el divertidísimo frenesí de la César Pavón Orkesta, un ensamble de acordeones, vientos, violines y base rockera que trajo su arsenal de ritmos balcánicos desde Buenos Aires.
Ya en plena noche y luego de una hora de pogo y juegos entre la Orkesta y el público, la César Pavón se despidió con un pegadiza versión de «Ji ji ji», de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
Unas 10 mil personas encendidas esperaban por la multitudinaria big band cordobesa, Los Caligaris, que ofrecieron un repertorio lleno de sus más exitosas canciones condimentadas con cuarteto, ska, rock, acrobacias y el irresistible sentido del humor cordobés. Sonaron temas de su último disco como «Todos locos» y «Que corran», y no faltaron los clásicos «Nadie es perfecto» y «Asado y fernet».
Antes de las 23 ya había concluido la celebración que le dio la bienvenida a la primavera en el parque central, un ritual de fiesta, baile y algarabía en el que disfrutaron personas de todas las edades.