La importancia del árbol es crucial para permitir el desarrollo de la vida de los mendocinos. Habitar el desierto cuyano no hubiera sido posible sin la existencia de los árboles que purifican el aire. El lunes 15 de agosto se celebró el Día Provincial del Árbol y la municipalidad le rindió homenaje hoy, martes, en Plaza Chile donde se recordó que el árbol es y será por siempre el gran punto de coincidencia ciudadana de los vecinos de la Capital a lo largo de la historia.
Así son los 54 mil árboles que hay en la Ciudad de Mendoza en los casi 60 espacios verdes municipales. Esos datos fueron aportados por el Subsecretario de Servicios Públicos, Mario Campos quien agregó: “El árbol es una prioridad en la gestión del intendente Rodolfo Suarez. Tenemos varios proyectos, entre ellos plantar ejemplares en toda la Capital. Queremos que cada vecino tenga su árbol en la puerta de su casa”.
La presidenta del Honorable Concejo Deliberante (HCD), lic. Beatriz Martínez, presenció el acto en representación de Suarez y agradeció la presencia de los estudiantes de la escuela Quintana, de los vecinos, autoridades y representantes de la O.N.G “Embajada Mundial de Activistas por la Paz”. La licenciada expresó: “El elemento principal de la marca de la Ciudad de Mendoza es el árbol porque refleja el consenso social que tenemos todos en relación al cuidado, respeto y solidaridad que vemos entre nuestros vecinos a la hora de cuidar o salvar un ejemplar. Hoy, para la Ciudad es un día muy especial”.
A partir de la marca Ciudad presentada por Rodolfo Suarez en el 2015, la iniciativa que propuso el municipio fue viralizar las conductas positivas para mejorar la convivencia: respeto, educación, responsabilidad, solidaridad y vocación innovadora. Sin esos valores y sin los árboles, la Ciudad de Mendoza es impensable.
De manera simbólica, los estudiantes de la escuela Quintana unieron sus manos, rodearon y abrazaron al árbol más antiguo de la capital mendocina. Se trata de un aguaribay que tiene 200 años y que siempre estuvo en el mismo sitio y en perfecto estado de salud gracias al cuidado del municipio.
Los niños se mostraron felices y comprometidos durante el acto. Estuvieron coordinados en todo momento por la docente María Lucía Correa, quien contó que “en el aula, este día se trató como una efeméride, se le dio importancia a la vegetación y a la parte histórica”.
Previo a la caricia simbólica de los chicos al histórico árbol, se plantaron diez ejemplares de ceibo en la plaza. Al mismo tiempo, en otros espacios verdes de la Capital también se cavó la tierra para darle espacio a 80 Erythrina crista-galli más que seguirán haciendo historia.