El Museo Municipal de Arte Moderno (MMAMM) realizó un evento especial para celebrar la llegada de dos dibujos del pintor mendocino, representante de un arte de marcado interés social.
El MMAMM, ubicado en el Espacio Cultural Plaza Independencia, expondrá hasta el 2 de octubre tres grandes obras. Entre ellas: «Procesos y ficciones: ensayos de lo impreciso». A esta exposición fueron incorporados dos dibujos del legendario artista mendocino Carlos Alonso, quien tiene un marcado carácter expresionista.
Las creaciones se titulan “Retrato de Víctor Hugo Cúneo”,una de ellas «Libros» y otra «Fuego». Son dos piezas que se sumaron a la instalación artística de Bruno Cazzola, quien realiza un homenaje a la figura del extinto poeta Víctor Hugo Cúneo. Pero no se trata solamente de la exposición de las mismas, sino que, además, «Fuego» será una donación que tendrá prontamente el MMAMM para incorporar a su propia colección.
«Me parece maravilloso esto porque todo se fue dando a partir de la propuesta de Bruno (Cazzola) y yo se lo comenté a mi padre, quien buscó los retratos que, casualmente, tenía a mano. Se fue dando todo con tanta fluidez que él finalmente me dijo que quería donar una de las obras al museo. Nació de él, de su impronta, su naturaleza. Para mí también fue una sorpresa, ya que yo iba a traer los dibujos solamente, pero luego se dio esto», comentó Mercedes Alonso, hija de Carlos Alonso, quien asistió a la presentación de esta incorporación de las obras a la exposición.
Y agregó: «Esta vez he podido ver la historia, la conservación de las pinturas y cómo se restauran, el taller, la biblioteca y con el cuidado y el amor que está todo hecho acá, que es realmente admirable. Los felicito, estoy encantada de que la obra, este retrato de un amigo de mi padre, permanezca en el museo, en Mendoza y de que sigamos teniendo artistas como Bruno, que de alguna manera recuerdan y sacan del olvido a personalidades y artistas tan necesarios».
Por su parte, Bruno Cazzola expresó respecto a este suceso: «Esto es el broche de oro. Me encantaría que aparezcan los otros retratos, pero esto es muy significativo porque Carlos Alonso es una persona que conocía a Víctor Hugo Cúneo, de hecho los retratos son anteriores al suceso de la tragedia y está el símbolo del fuego, algo que lo hace parecer hasta una situación mística y con una carga sentimental que le da un contexto especial a mi obra».
Además, en cuanto a su exposición, el artista manifestó: «La materia, la génesis, el ADN de mi obra, la poética, mi discurso es mendocino. Se trata de rescatar todas estas historias de la mitología que tiene la cultura mendocina. Yo siento orgullo de ser mendocino. Todas las historias, los grandes maestros que tiene Mendoza, en otras provincias no sé si es tan así. Siempre que tenga la oportunidad de hacer homenaje a eso en mi obra, lo voy a hacer».
Mariana Mattar, directora del MMAMM, señaló: «Tiene un valor muy importante la obra de Carlos y, además, él es de Tunuyán así que tiene una afinidad y afectividad con Mendoza muy importante. Para nosotros tener una obra de Alonso es una pieza que no podía no estar en la colección, es muy importante en nuestro patrimonio. A ello se suma el incalculable valor económico y simbólico que tiene esa pieza».
Y continuó: «Hablé con Carlos y me dijo que a él lo que más le movilizó en esto fue que pusiéramos en valor la figura de Víctor Hugo Cúneo, quien fue un poeta muy marginal y que tenía esta relación de amistad con él. Esto lo movilizó mucho y por eso accedió a prestar las piezas en principio y luego finalmente donar una de ellas».
Los dibujos de Carlos Alonso podrán ser visitados hasta el domingo 2 de octubre de 2022 en el Museo Municipal de Arte Moderno. La entrada es libre y gratuita.
Carlos Alonso (n. Tunuyán, Mendoza; 4 de febrero de 1929) es un pintor, dibujante y grabador, representante de la corriente social del arte en Argentina. Se lo denomina como un maestro de la pintura contemporánea argentina de los más completos y apasionados.
Muestra con sus pinceladas de acrílico denso y colorido lo que es la pasión por la vida y su inseparable belleza, y a la vez, el dolor, la amargura, la protesta contra la maldad y los abusos humanos.
Estudió con Lino Spilimbergo en Tucumán, luego vivió en Santiago del Estero donde descubrió la miseria y las dificultades para sobrevivir. Todo eso -contó en una entrevista de 2018-, le cambió completamente el lenguaje.
La violencia sobre los cuerpos se transformó en un tema recurrente en su obra, con fuerte impronta política y social. Tras el golpe de Estado de 1976 y la desaparición de su hija, Paloma Alonso, se exilió en Roma y en 1979 se mudó a Madrid. Regresó al país en 1981 y se instaló en Córdoba, donde vive actualmente.
Entre muchos otros premios, recibió en dos ocasiones el Premio Konex de Platino (1982 y 1992) como el mejor Dibujante de la década de la Argentina y en 2012 recibió el Premio Konex Mención Especial a la Trayectoria de las Artes Visuales por su trabajo de toda su vida.
Alonso cree que, de algún modo, el arte es patrimonio de la gente y parte del bien común de la sociedad. “Si la obra no está hecha para decorar o expresar la propia existencia, creo que el mejor destino para la obra es que pueda servir para expresar los sucesos y lo que acontece en la vida social”, ha manifestado el artista.