La Ciudad compartió su experiencia en políticas públicas deportivas e inclusivas para personas con autismo. Fue en el encuentro “Deporte en el espectro”, celebrado este jueves en el Teatro Quintanilla. Allí, los presentes compartieron la experiencia de la Municipalidad a partir de actividades desarrolladas para personas con TEA y comentaron algunas vivencias. Además, escucharon las palabras de profesores y profesionales que acompañan a sus hijas e hijos en las distintas propuestas.
En primer lugar, el secretario de Gobierno, Rodrigo Olmedo, tomó la palabra y manifestó la importancia de que el Estado se asuma como responsable de generar políticas públicas inclusivas: “Celebro tres puntos importantes aquí: por un lado, la decisión del intendente de tomar a la inclusión como política de gestión, por otro, la articulación de las distintas áreas para poder generar espacios amigables y, finalmente, el compromiso de la gente con la inclusión”.
Luego, Romina Echezarreta, integrante del área de Inclusión y Accesibilidad municipal, explicó cuestiones técnicas y legales respectivas al TEA y habló sobre las leyes vigentes. Y a ella le siguieron miembros de la dirección de Deporte para hablar sobre el programa de piletas para personas con espectro autista y sobre la pista de patineta adaptada, ubicada en el parque Urbano.
En la misma línea, profesores y profesoras de natación y fútbol contaron los avances de los y las chicas en cada clase y los papás compartieron vivencias que hicieron emocionar a todos los presentes.
Una de las historias más cautivantes fue la de Fabrizio y su mamá, Mariana, quienes narraron cómo las plazas y los espacios y actividades que ofrece la Ciudad acompañaron al pequeño a relacionarse con animales y personas: “Todos los días visitamos una plaza que está muy cerca de casa. Esta plaza es un refugio para nuestro autismo. Nos alberga y nos sentimos tan bien. Protegidos. Y cosas mágicas suceden en ella. Es la plaza del Área Fundacional. Sus bancos blancos albergan a cuantos pasajeros de la vida y las palomas, mis amigas (que comencé a darles de comer para ver si a Fabri le llamaban la atención), encontraron en mí la confianza y en ella, su hogar”.
Continuaron: “Llevó 2 meses que Fabri empezara a darles de comer junto a mí, siendo esta la primera vez en 11 años que interactuara con un animal. Desde ese entonces lo hacemos en cada paseo que vamos. Y ellas se adaptaron a él y aprendieron a no asustarse con sus saltos y aleteos, y él se adaptó a ellas y se acercaron cada vez más. Aceptación”.
Finalmente, hablaron sobre la importancia del deporte en la vida de Fabrizio y agradecieron profundamente a la Ciudad:“Tal cual río abre sus afluentes, así es el camino que nos lleva de la plaza al hermoso Parque O’Higgins. Es un parque urbano que invita al deporte y a disfrutar del aire libre, lleno de árboles, caminos, juegos, donde se sitúa el Skatepark, circuito cerrado que siempre bordeábamos hasta que este año pudimos entrar. Rampas, subidas y bajadas, bowls donde muchísimos niños, adolescentes y adultos disfrutan en patinetas, patines, monopatín, bicicletas. Fabri entró fascinado a un mundo nuevo donde ya las ruedas eran su pasión y empezó a interactuar con las personas. Con su bici conociendo, animándose a recorrer, y con su skate (patineta le dice él) en el que solo andaba sentado”.
“Gracias a esos encuentros de la vida conocimos a un profesor que supo cautivarlo para que aprendiera a andar de parado. Es fantástico cuando se encuentran personas así que dedican su tiempo de manera desinteresada y que evidencia tanta satisfacción como si fuera propia ante cualquier pequeño-gran logro. Aquí las personas con autismo tienen las puertas abiertas logrando cosas maravillosas”.
La actividad se realizó en el marco del mes de concientización sobre el autismo, pensado por la Ciudad para visibilizar y concientizar acerca de esta condición y poner en relieve la necesidad de contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas con TEA a través de distintas propuestas.
Actividades realizadas