El promotor del muralismo en Mendoza y ejecutor de importantes obras partió a los 98 años de vida. Su huella perdurará en la historia de la cultura mendocina.

Este miércoles por la tarde se fue un grande de la cultura mendocina. Luis Quesada, autor de innumerables obras que marcaron la identidad de esta provincia, dejó el mundo a sus 98 años. La Ciudad lo despide con dolor y envía sus condolencias a familiares y allegados.

Como municipio, Luis nos dio el honor de celebrar su producción artística a través de grandes exposiciones en el Museo Municipal de Arte Moderno (MMAMM) y en la Nave Cultural. Además, dejó su marca en los murales de la Galería Tonsa, los cuales fueron declarados patrimonio cultural de la Ciudad.

Actualmente algunas de sus obras se pueden recorrer en la exposición “Reconstrucción: un relato de las artes visuales de Mendoza” en el Espacio Cultural Plaza Independencia, con “Mujercita en negativo” como destacada.

Acerca de Luis Quesada

Luis Quesada fue un importante artista, artesano y diseñador mendocino recibido de la Escuela Superior de Arte de la Universidad Nacional de Cuyo (1958). Promovió fuertemente la cultura local a través de distintas acciones, como con la creación del Taller de Arte Popular Realista (1953), el Club de Grabado (1955-1956), el Taller de Muralistas (1957), el Centro Regional de Estudios Artísticos (1984), el Museo Universitario de Artes (UNCuyo, 1986) y la Asociación de Artistas y Artesanos para la radicación de artistas en las localidades de Bermejo, Colonia Segovia y el Sauce (1987-1997).

Poseía una gran destreza para el grabado, la pintura, la escultura, el mural, el tapiz, el vitral y la orfebrería. Producía joyas, objetos de uso, muebles, puertas, divisores de ambiente y chimeneas, entre otros elementos de arte aplicado y utilitarios. También diseñaba tapas, letras capitales, ilustraciones y separadores para libros y desarrollaba muchos de sus trabajos para viviendas junto a Luis Casnati.

Con los artistas José Bermúdez y Mario Vicente se encargó de los murales de la Casa de Gobierno de Mendoza (1958) y la Galería Tonsa (1959). También ejecutó el friso frontal del edificio de la Municipalidad de Guaymallén (1970) y los interiores de dos heladerías Soppelsa (década del ‘80), realizados con procedimientos artesano-industriales.

Tuvo una amplia labor docente. Como profesor de la cátedra de Artes Aplicadas en la Escuela Superior de Arte de la UNCuyo (1969-1978), hizo estudios morfológicos y modulares en multiplicidad de técnicas y materiales e impulsó la incorporación de las tecnologías de microfundición, vitrofusión, estampado y esmaltado sobre metal. En 1970 estructuró los planes de estudio de las escuelas de Artes Plásticas, de Diseño y de Cerámica de la UNCuyo. Desde su gestión, contribuyó al afianzamiento del diseño con la invitación a referentes de trayectoria internacional, como Ricardo Blanco, Gui Bonsiepe y Rubén Fontana. Y con el retorno de la democracia, fue decano normalizador de la Facultad de Arte UNCuyo (1983-1986).

Entre sus decenas de exposiciones sobresalen las muestras “Quesada Expone” (MMAMM, 1986), “Colección Mendocina de Arte Contemporáneo” (ED Contemporáneo y Museo Castagnino–MACRO, Mendoza y Rosario, 2006) y la retrospectiva “Geometría Ardiente” (Nave Cultural y Fondo Nacional de las Artes, Mendoza y Buenos Aires, 2012). En 2015 se publicó el Diccionario de las artes plásticas en Mendoza 1900-1995, investigación que inició en 1992 con Silvia Benchimol y Marcelo Santángelo.

Por su prolífica y virtuosa producción, recibió en el año 2011 el premio a la Trayectoria Artística del Fondo Nacional de las Artes.