Nacido en Mendoza en 1936, Antonio Sarelli es uno de los íconos del arte en Mendoza. Hijo de una familia de inmigrantes italianos que trabajaban la tierra, demostraba ya de niño sus aptitudes para el dibujo y no tardó, al terminar la escuela, en ingresar a la Academia Provincial de Bellas Artes donde se transformó en el talento que hoy tenemos el privilegio de reconocer.
“En el latifundio del arenal humano” es una muestra retrospectiva con un orden cronológico pero que además posee un valor simbólico. El pensamiento que ha guiado al artista ha marcado un contraste con la racionalidad de la historia que, para él, ha significado un proceso de degradación, de extravío del ser humano. Con su obra opone a esta racionalidad, una realidad de alguna manera religiosa que vuelve a reunir aquello que la cultura y la historia ha desunido y roto, para encontrar en algunas formas y símbolos místicos, la vía que permite reunificar lo cultural y lo humano.
La muestra podrá disfrutarse de forma libre y gratuita en la sala mayor de la Nave Cultural hasta el domingo 8 de noviembre. Será una oportunidad indiscutida para adentrarse al mundo artístico de este maestro de la pintura que a lo largo de su trayectoria ha logrado enaltecer con sus obras la cultura mendocina y nos ha permitido recorrer un camino reflexivo acerca de la existencia del hombre.
Guillermo Romero, secretario de Cultura de la Ciudad, expresó: “Creo que tendríamos que tener memoria con la plástica mendocina, es muy importante y hay grandes maestros que siguen trabajando y siguen regalándonos a la vista, al sentido y al sentimiento cuadros maravillosos. Por eso tenemos que seguir respetándolos y ellos tienen que seguir exponiendo. Quiero agradecer a Sarelli por permitirnos que sus obras estén en esta Nave Cultural jerarquizándola de la manera que solo un gran maestro lo hace”.
Por su parte, el artista dijo: “Me gustaría que la Academia Provincial de Bellas Artes volviera a abrir sus puertas, donde se formó este grupo tan importante de artistas que, junto con la Facultad de Arte, dieron impulso y vida a todo el movimiento plástico de Mendoza proyectándose de esta manera al país. Quiero agradecer también a todos los que están aquí, porque he hecho innumerables muestras en distintas partes, pero debo reconocer que acá me han brindado el apoyo y el respeto, me siento valorado, a veces, le damos más importancia al que viene de afuera que a quienes estamos acá y esto me reconcilia con mi gente”.