Este viernes por la tarde, se llevó a cabo el cierre de “De mi mundo al mundo” en el Parque Central. Como a lo largo de los diferentes encuentros, en esta jornada niños y niñas participaron de actividades artísticas y realizaron una muestra final de sus trabajos. La propuesta de esta ludoteca itinerante fue llevada a cabo en el marco del 32º Aniversario de la Convención de los derechos de niñas y niños, motivo por el cual la Ciudad de Mendoza programó estas actividades para chicos de diversas edades.
Los encuentros tuvieron como fin revalorizar uno de los derechos fundamentales de los niños que es al arte, al juego y a la recreación, poniendo en pie su opinión sobre qué proponen para cambiar el mundo. Durante noviembre y diciembre se realizaron estos talleres en espacios públicos del barrio San Martín y La Favorita, en el parque O´Higgins y el Parque Central, teniendo su cierre este 10 de diciembre, fecha en que se conmemora el Día de los Derechos Humanos.
En esta ocasión, Isabella, Benjamín, Pía, Sara, Luna, Aitana, Ariana, Thiago, Marina y Alelí, entre otros niños, fueron los encargados de colocar sus nombres a la esfera que simulaba la Tierra. También, expresaron con dibujos y collages sus ideas sobre el mundo y qué aspectos cambiarían en él, luego de escuchar atentamente una lectura. Sus trabajos fueron sumados a un lienzo en el que estaban exhibidas las creaciones de chicos que participaron en encuentros anteriores.
“La ludoteca es un espacio en el que a través del juego y de la escucha no solamente aprendemos de los chicos sobre qué mundo es el que ellos ven, en qué mundo están inmersos, sino también qué creen que debemos hacer para que tengan voz a través de sí mismos”, expresó Ana Urrutia, subsecretaria de Inclusión y Desarrollo Humano de la Ciudad de Mendoza.
Además, comentó: “Se busca que desde chiquitos y a través del juego los chicos vayan teniendo claridad absoluta de cuáles son sus derechos hoy. A su vez, el escucharlos nos permite replantearnos el modo de acercarnos, de llegar, de interactuar y acompañarlos en el proceso de desarrollo”.
Este encuentro también contó con la presencia de familiares, los cuales acompañaron a los pequeños. Tal es el caso de uno de los papás, Ariel Rodríguez, quien dijo: «Me gusta esta actividad porque es entretenida para los chicos, es algo fuera de lo común. Es súper didáctico, interactúan entre ellos, tienen charlas de niños y expresan sus opiniones. Me ha llamado la atención porque las maestras contaron un cuento acerca de cambiar el mundo y cada uno dio su opinión y después lo plasmaron en un dibujo donde expresaron lo que sentían. La mayoría se volcó en el ecosistema, en el cuidado del medio ambiente. Por ahí pensás que tus hijos no se dan cuenta de algunas cosas y acá ves que sí lo hacen».
Graciela Lanzani, abuela de uno de los niños que participaron de la actividad expresó: “Mis nietas viven en Maipú, pero las traje un rato acá, vinimos a comprar helado y nos encontramos con esto tan lindo. Me parece fantástico que los chicos socialicen, es como si fuera un jardincito en el parque. Me fascinó y lo más importante es que a ellas también».