El fenómeno climático inició en la madrugada de la jornada, extendiéndose a lo largo de la misma. De igual modo lo hicieron los trabajos del municipio, que se desplegó tras la ráfagas de la mañana y que siguió en horas de la tarde.
Ante el suceso climático que azotó la provincia y la Ciudad de Mendoza, el municipio puso en marcha un operativo en la jornada que continuó durante la tarde del viernes.
Los trabajos ejecutados en horario vespertino tuvieron a disposición 5 cuadrillas, incluyendo una hidrogrúa en una de ellas. Asimismo se contó con 10 máquinas eléctricas y 4 a explosión para la ejecución de las tareas.
Desde el área de Atención al Vecino se recibieron más de 200 llamados, estando la mayor parte de ellos relacionados a situaciones de arbolado, como así también, en menor medida, al alumbrado público.
Los sucesos recepcionados, en total, respecto a incidentes de arbolado, notificados por relevamiento y denuncias, fueron 104. Este valor representa el 0.17% de los 60.000 árboles que vegetan en la Ciudad de Mendoza.
Dentro de este número se registraron 24 árboles caídos, resolviéndose continuamente a lo largo de la jornada cada reporte. En tanto que, del total de las novedades recibidas, el 73% fueron ramas caídas, registrándose el mayor porcentaje en la Sexta y Segunda Sección.
Las diversas acciones llevadas a cabo en la capital mendocina, como la poda invernal, la conducción de copas y el desrame estival, son parte de un esfuerzo para adaptar la Ciudad y mitigar los impactos de condiciones climáticas adversas. Paralelamente, debe considerarse que la resistencia del arbolado urbano ante fenómenos como vientos fuertes no depende necesariamente del estado vegetativo del mismo, sino que también de la severidad del evento.
Las prácticas y observaciones, en las que se trabaja constantemente desde el municipio, ayudan a minimizar el daño a la infraestructura urbana y a los árboles mismos, manteniendo así un entorno urbano más seguro y resiliente.