La Municipalidad de la Ciudad de Mendoza lleva adelante el programa “Altavoz” que, en este primer encuentro, propuso a los asistentes combinar actividades vinculadas con el acceso a sus derechos y la creación de un espacio de escucha activa y diálogo.
El encuentro fue muy convocante ya que se trataron temas que tienen que ver con las problemáticas que transitan los chicos durante la adolescencia, como: E.S.I., derechos de niños, niñas y adolescentes, bullying y violencia en el noviazgo; y otras temáticas. Este taller estuvo a cargo de Martina Di Pasquale y Soledad Gómez Romero, quienes vienen trabajando hace tiempo en el tema y buscando generar la sinergia del programa.
Altavoz, parte de la idea de que es de vital importancia comprender la trayectoria de vida y el contexto de las adolescencias, teniendo en cuenta que la co-construcción de espacios y encuentros permiten generar, además, diálogos y reflexiones en torno a las emociones, los derechos con los que cuentan, el conocimiento del cuerpo en las diferentes etapas, la transición a la adolescencia y/o adultez, la importancia de las vinculaciones desde una perspectiva de cuidado de las otras personas, entre otras temáticas que atraviesan la cotidianidad de estos jóvenes.
La modalidad de los encuentros, que están a cargo de profesionales, es la de proponer juegos, actividades recreativas y artísticas con diversos materiales, considerando que estas herramientas les van a permitir habitar un espacio en conjunto, lo que dará como resultado el intercambio de la palabra, la interacción, la formación de una red vincular y la apropiación del espacio que rodea a cada joven.
Cada encuentro se propone un recorrido por un camino que se va a transitar en conjunto, donde se ponen en juego distintos desafíos, metas que cumplir, miedos que enfrentar, preguntas que responder de manera grupal e individual.
La idea central de este lineamiento, que forma parte del proyecto Altavoz, es ampliarlo a merenderos y comedores de la Ciudad para que de esta manera haya mayor participación por parte de dichas organizaciones comunitarias, en relación a las problemáticas que atraviesan niños y adolescentes, comprendiendo que en este espacio transcurre también la cotidianeidad de los mismos.