Fue con su participación en la jornada “Modelos de Negocio de Impacto», desarrollada por el Ministerio de Economía y Energía. Lo que dejó el encuentro.
Trabajadoras de HidroCultiva de Ciudad continúan enriqueciendo sus conocimientos para el desarrollo exitoso de su proyecto. En esta oportunidad, lo hicieron con el aprendizaje de buenas prácticas de triple impacto en la jornada “Modelos de Negocio de Impacto”, desarrollada por el Ministerio de Economía y Energía de la provincia y organizada por el programa Mendoza Sostenible.
Bajo la guía de importantes panelistas, comprendieron la importancia del trabajo en alianzas, cooperativo y circular. Además, entendieron que para lograr cambios en el entorno primero es fundamental generar cambios de hábitos internos.
La dinámica fue mixta, ya que contó con exposiciones y mesas de trabajo, networking y conclusiones comunes. Así, mientras se desarrollaron los paneles, contaron con la oportunidad de escuchar experiencias de empresas que vienen llevando modelos de negocios comprometidos con la sostenibilidad y, de esta forma, aprender de las buenas prácticas ya implementadas por el ecosistema empresarial de la región. Y también, intercambiaron ideas y establecieron contactos en las mesas de trabajo coordinadas por el Centro de Investigación y Desarrollo Económico de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo.
Otros temas de los que pudieron incorporar conocimientos fueron impacto social positivo; impacto económico e impacto ambiental, los tres ligados a la naturaleza de triple impacto del emprendimiento.
La experiencia fue muy enriquecedora para las participantes, quienes además quedaron en contacto con las direcciones de Emprendedores y de Innovación y Desarrollo Económico de la provincia, las cuales buscan planificar una política de impacto que atraviese los sectores público, privado y las organizaciones sociales.
HidroCultiva como emprendimiento sostenible
HidroCultiva es un emprendimiento de la Ciudad de Mendoza que se gestó bajo el espíritu del triple impacto y la sustentabilidad. Se trata de un proyecto que se encuentra en marcha desde inicios de este año y que tiene por objetivo la movilidad social de sus trabajadoras y el cultivo orgánico de frutas, verduras y hortalizas de estación mediante técnicas de cultivo urbano tradicional e hidropónico.
Todo lo que sucede en el lugar es coherente con la propuesta de impacto, entendiendo que cada sector está conformado por elementos reciclados que estaban destinados a un solo uso y al desecho contaminante y que ahora, gracias a la circularidad, forman parte del ecosistema HidroCultiva.
Siguiendo esto, uno de los aspectos más importantes que sucede en el predio es la regeneración de la tierra, la cual no era apta para el cultivo y fue convertida en cultivable gracias al tratamiento de desechos compostables en materia orgánica de alta calidad que dieron las mujeres del proyecto.
El emprendimiento se encuentra en la etapa próxima a la comercialización cooperativa de los cultivos, formando alianzas con los sectores público, privado y organizaciones sociales para seguir generando acciones conjuntas de impacto.