La capital de la provincia se distingue por sus propuestas lumínicas en sitios particulares e históricos, y capta la atención de miles de personas diariamente.
Las distintas urbes han buscado siempre nuevas formas de enamorar a propios y extraños mediante la luz. La Ciudad no es la excepción a este acto, que con diferentes propuestas en lugares significativos de su territorio atrae la atención de mendocinos día a día y sorprende en sus visitas a miles de turistas.
Un ícono pionero de nuestra capital, por sus características lumínicas, es el Escudo de la plaza Independencia con sus 16 metros de altura. En 1942, cuando fue instalado en el centro de este lugar, contaba con más de 27.000 focos incandescentes, los cuales con el tiempo fueron reemplazados por hilo de luz hasta la aparición de las actuales formas de iluminación.
Además, esta plaza también impacta con su Fuente Central de Aguas Danzantes, rítmicas e inteligentes. La misma permite la programación de temas musicales sincronizados con los chorros de agua y acompañados por luces que van cambiando de color según los diferentes efectos, mostrando una experiencia distinta que se disfruta a través de los sentidos.
Otra de las fuentes de la Ciudad que se destaca por su originalidad y colorido es la de la Plaza Italia, la cual fue totalmente renovada en 2022. Allí, se instaló en el interior un conjunto escultórico denominado “Todo por amor”, el cual homenajea a Dante Alighieri con una representación de la Divina Comedia y que muestra figuras que se iluminan y generan un verdadero atractivo turístico.
También, se destacan otros hitos que se iluminan en la capital y que vale la pena recorrer. Se trata de la Casa de Gobierno de Mendoza, el Teatro Independencia, el Museo del Área Fundacional con su grupo escultórico, las fuentes de Peatonal Sarmiento, el lago del Parque Central y los Caballitos de Marly, en el Parque General San Martín, entre otros.
La iluminación de monumentos, fuentes y fachadas emblemáticas de la Ciudad es posible en la actualidad gracias a la iluminación Led, tecnología que permite programar las iluminaciones temáticas, con variaciones de intensidad y color. Este recurso es más que sobresaliente, ya que es utilizado en conmemoración de fechas especiales, aniversarios y, también, en apoyo a campañas de concientización o actividades culturales especiales. Así, en acontecimientos importantes, la comuna acompaña encendiendo las luces de nuestros íconos con los colores que los representan y las fuentes se suman con su encendido nocturno desde el anochecer hasta el amanecer.
La llegada de la luz Led, además, ha permitido demostrar el apoyo a otra causa de relevancia, como es el cuidado del planeta. Con esta tecnología, se obtiene una iluminación más intensa e impactante, y permite un menor consumo energético, entre otras bondades. Asimismo, cambia nuestra forma de percibir los detalles durante la noche.
Hacer un paseo nocturno por la Ciudad de Mendoza nos permite descubrir su territorio de otra manera, con fachadas de edificios y fuentes ornamentales que se iluminan y que colorean sus aguas acordes con distintas fechas alusivas. Así, la capital es uno de esos sitios que vale la pena recorrer, tanto de día como de noche, para conocer sus luces, sus calles y su gente, que también forman parte de este gran encanto.
La llegada de la energía eléctrica a Mendoza
En el caso de Mendoza, la llegada de la energía eléctrica, en abril de 1885, fue posible cuando el entonces presidente Julio Argentino Roca dejó inaugurado el tendido eléctrico de iluminación. El mismo se concentró especialmente en los edificios de la Segunda Feria Interprovincial, sitio donde hoy se erige el edificio del Correo Central. Allí, miles de lamparitas incandescentes dieron color a cada uno de los stands que representaban a las provincias participantes.
Durante esos días, cientos de mendocinos concurrieron a aquella inauguración y pudieron ver, por primera vez con sus propios ojos, ese mágico invento que fascinaba. Así, este presidente progresista había traído la luz a nuestra provincia, dando comienzo sin retorno a la iluminación de calles, lugares y edificios, que, con el correr del tiempo, se fueron transformando desde los antiguos faroles que daban luz a la oscuridad a las actuales técnicas de iluminación.
En tiempos pasados, resultaba más complicado dar luz a los edificios y espacios verdes, ya que la misma se lograba a partir de la colocación de cientos de pequeñas lámparas eléctricas.
Durante los festejos del primer centenario patrio en Mendoza, en 1910, varios edificios se iluminaron, mostrando así los detalles arquitectónicos particulares de una ciudad que crecía al ritmo del progreso.