Entre música, juegos y mucha alegría, cientos de familias disfrutaron la tarde del sábado en el Parque Cívico. Topa protagonizó el momento cúlmine de la jornada.
Una vez más la Ciudad fue escenario de una gran celebración. El sábado, cientos de familias festejaron al son de Ciudad de la Niñez, un gran show que, entre música, risas y juegos, homenajeó a niños y niñas en su día.
En una tarde llena de alegría, el Parque Cívico se convirtió en el epicentro de la diversión y la inclusión con un espectáculo gratuita que deleitó a grandes y chicos por igual. Bajo el sol mendocino, y con un marco de globos multicolores, banderas y disfraces, numerosas familias y amigos se reunieron para disfrutar de una jornada única que promovió sonrisas y felicidad.
Desde el mediodía, distintos foodtrucks ofrecieron a las familias una rica y variada oferta gastronómica. Las familias, algunas con sus animales de compañía, fueron poblando cada vez más el espacio del Parque Cívico con el correr de las horas. Así, niños y niñas de la fueron acercándose a disfrutar de las distintas actividades que animaron una tarde mágica.
El espectáculo comenzó con la actuación del payaso Chapote, quien desató risas y alegría entre el público, con sus tradicionales animaciones y chistes. Al finalizar su presentación, Chapote bajó del escenario y se acercó a los pequeños para sacarse fotos y sacar más sonrisas. La magia continuó con «Cuentos Enredados», una actuación que fusionó baile, música y en una trama ingeniosa y cautivadora de la mano de la bruja Casandra, Don Brócoli, Pinocho y la Princesa. El elenco problematizó el uso de las redes sociales con una historia encantadora.
Como es costumbre en la Ciudad, para promover la inclusión, se ubicó una persona al lado del escenario que realizó lengua de señas para que el espectáculo tuviera llegada a todos los presentes.
El momento cúlmine de la celebración se dio con la llegada de Topa, artista infantil número uno en Latinoamérica. Con muchos colores y calidez, el cantante fue recibido en ovación de los niños y niñas que corearon eufóricos sus canciones. El espectáculo consistió en un repaso por sus clásicos musicales acompañado de un nuevo repertorio que hizo vibrar al público presente. Mamás y papás, también conocedores de las canciones, sumaron sus voces y fotografías a la fiesta del show. Clásicos como “El Juego de las Verduras”, “Arcoiris” o “Me muevo para aquí” musicalizaron la tarde junto a tradicionales canciones para los más grandes como las “Olas y el viento” o “La felicidad”, de Palito ortega. También se sumaron las canciones del penúltimo disco de Topa, “El Viajero”.
Al finalizar, Topa hizo la tradicional foto con el público y se fue muy aplaudido. Con el cariño y amor de siempre, los pequeños se fueron felices tras cantar, reir y bailar de la mano del artífice del cierre del festejo.
El evento tuvo todas las precauciones de una actividad de tal magnitud. Con la presencia de preventores y un punto de encuentro custodiado por los mismos, el encuentro fue un espacio seguro y protegido para toda la familia. Ambulancias, baños públicos y el camión de bomberos – que resultó ser una atracción más para los chicos – , hicieron que el Parque Cívico tuviera todas las protecciones.
Una año más, la Ciudad se vistió de gala y, en un tarde colorida, reafirmó su compromiso de fomentar infancias felices.