La obra de los tres personajes más emblemáticos del artista se convirtió en un altar para despedirlo y honorarlo. Ulpiano Suarez también se hizo presente allí para darle su sentido adiós al historietista. “Acompañado de mis hijos y en nombre de todos los vecinos y vecinas de la Ciudad, he venido a rendir un homenaje a Quino a este lugar que los mendocinos han elegido como el Paseo de Quino y en el que se van a encontrar con Mafalda y sus amigos. Muchas personas ya han venido y han dejado sus muestras de afecto, flores, dibujos, frases. Los invito a que vengan a rendirle homenaje a un artista mendocino que jamás olvidaremos”, manifestó.
Las esculturas, creadas por Pablo Irrgang, albergan un sentimiento especial para los vecinos y vecinas de la Ciudad, pues son un punto de conexión con el legado cultural de Quino. El propio dibujante contribuyó a la mística que las envuelve cuando participó de su inauguración en 2018. “Me pone muy contento y estoy emocionado también. Este tipo de reconocimientos siempre son importantes para mí”, había expresado por aquel entonces.
El mundo entero recuerda al artista a través de sus historietas, cargadas de reflexiones y críticas que no conocen de tiempos ni geografías. Su obra se tradujo a más de treinta idiomas y encuentra en Mafalda su ícono indiscutido. La pequeña de cabellos negros cumplió el 29 de septiembre 56 años, un día antes de la partida de su padre.
Quino, el ilustre
En 1988 el humorista fue declarado “Ciudadano Ilustre como Maestro del Humor, la Sensibilidad y la Justicia de Proyección Nacional e Internacional” por la Municipalidad de Mendoza, que además le hizo entrega de la llave de la ciudad. Ya entrado en el nuevo milenio, en 2005, el Concejo Deliberante nombró a Quino “Huésped de Honor”.