Este jueves, el Gimnasio Municipal N°1 vivió un día familiar donde chicos, padres y profes de la escuela de verano se empaparon de la cultura, las costumbres y los sabores de distintos países del mundo. Los grupos de la colonia de verano, ubicados por sectores y con un país asignado cada uno, decoraron el gimnasio y prepararon comidas típicas. Los países elegidos fueron España para el grupo de 4 y 5 años, Alemania para el de 6, Brasil para el grupo de 7, mientras que el de 8 se encargó de México. Chile estuvo en manos del grupo de 9 años, Argentina con el de 10 e Italia con el de 11 y 12.
Los aromas y los colores fueron protagonistas, así como los cientos de chicos que disfrutaron de la reunión y, al mismo tiempo, colaboraron con los padres en la preparación de los platos. Los profes Jonás y Germán contaron que esta iniciativa «surgió a partir de una actividad de todas las semanas: talleres sobre distintas temáticas extra colonia, es decir que no son recreativas, ni deportivas ni de pileta».
«En este caso tocaba un taller de cocina que se fue transformando. Empezamos a sumar ideas como hacer comidas internacionales y luego se fueron agregando vestimentas, decoraciones, disfraces. Así fue que surgió este día sobre la diversidad cultural en el que contamos con el apoyo y la participación de los padres y también del Ballet Municipal. Terminó siendo algo mucho más grande de lo que era en un principio», agregaron.
De este modo, los chicos pudieron conocer la cultura de distintos países a través de sus vestimentas, sus bailes, sus símbolos patrios y se deleitaron con las comidas típicas de cada lugar. Bailarinas de flamenco, capoeira, tarantela, gauchos o luchadores mexicanos se divirtieron en este espacio de encuentro.
Entre las propuestas gastronómicas que ofrecieron los grupos de mini cocineritos hubo «choripanes argentos», la mejor pizza italiana, completos chilenos, tacos mexicanos «bien chidos», tortilla de papa española y salchichas alemanas.
«La idea fue ampliar el taller de cocina, darle otra perspectiva como un encuentro cultural para que se diviertan y compartan en familia. Al mismo tiempo la actividad también busca generar autonomía y participación en los chicos», contaron alegres los profesores.