Por su parte, Nahuel Esquenon, director ejecutivo de la fundación, destacó el valor de estas acciones: “La fundación lo que intenta es que se consoliden a los bosques como prestadores de servicios a las sociedades. En Mendoza buscamos que los árboles cumplan un rol fundamental en la calidad de vida de la gente, aportando no solo oxígeno, retención del suelo, cuidado del agua, sino también en términos del uso del arbolado urbano para generar energía sustentable para el desarrollo de la ciudad.”

La especie recepcionada es prosopis flexuosa, se trata de un árbol de tamaño mediano, de no más de 10 metros en altura y 6 metros en diámetro, con ramas arqueadas y subpéndulas. En primera instancia, el municipio realizará la cría en vivero de los forestales durante un tiempo y luego definirá el lugar más adecuado para plantarlos.

La Fundación Bosques Nativos Argentinos para la Biodiversidad lleva más de 175.000 árboles plantados en todo el país y ha desarrollado proyectos de restauración en diversas provincias. La organización celebra el desarrollo de acciones orientadas a incrementar la resiliencia de las ciudades frente al cambio climático.