El fundador de la Aeronáutica Militar Argentina es una destacada personalidad reconocida en todo el país. Quiso el destino que por un desafortunado accidente, Jorge Newbery falleciera en Mendoza un primero de marzo de 1914. Su aeronave calló en la zona de Las Heras, en el campo de aviación conocido como Los Tamarindos. Desde entonces, los actos que celebran su legado en nuestra provincia se han realizado en ese vecino departamento, hasta hoy, cuando la delegación local del Instituto Newberiano incorporó a la Ciudad de Mendoza como otro de los sitios donde este ingeniero, aviador, deportista y funcionario tuvo inolvidables vivencias.
Por eso, en un acto organizado conjuntamente entre la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza y la delegación mendocina del Instituto Nacional Newberiano, dependiente de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación, se decidió rendirle un justo homenaje, a 105 años de su partida definitiva.
La Secretaria de Cultura, Turismo y Desarrollo Económico de la Ciudad de Mendoza, Mariana Juri, el presidente de la delegación Mendoza del Instituto Newberiano, Ing. Mario Batallón, miembros de la Sección de Aviación del Ejército de Montaña Nº8, la Asociación Sanmartiniana de Mendoza, la Asociación Belgraniana de Mendoza, integrantes del Instituto Nacional Newberiano y otras autoridades municipales fueron parte del evento. El encuentro, que se desarrolló en el Microcine Municipal David Eisenchlas, tuvo su inicio con la entrega de diplomas y un cuadro con la imagen de Jorge Newbery, entre otros obsequios y reconocimientos.
Posteriormente se procedió a una charla en la cual los especialistas versaron sobre el inmenso trabajo de Newbery a lo largo de sus 38 años de vida, entre anécdotas e innovaciones de principios del siglo pasado. Este notable, considerado uno de los primeros ídolos populares no políticos del país, dejó muchas y profundas huellas en diferentes campos, desde la ingeniería y ciencia, hasta el deporte y la aviación. Su paso por Mendoza honra esta provincia y Ciudad, que hoy tuvo la posibilidad de ofrecer un bello tributo en su memoria.