La Municipalidad de Mendoza culminó las capacitaciones que dictó durante el 2018 para cientos de personas. Se enseña gratuitamente mimbrería, carpintería, tejido al crochet, porcelana en frío, bordado en cinta, macramé y pintura decorativa.

Los talleres sociales de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza finalizaron el año con una celebración en el Gimnasio Municipal N° 2 en la Sexta Sección de Capital. Allí, los más de 400 matriculados recibieron certificados y medallas por méritos de superación de conocimiento adquiridos y actitud solidaria logradas.

En el gran cierre, brindaron un espectáculo las Abuelas Raperas, el conjunto de mujeres que pertenecen al grupo de teatro del club de día “Alegres Corazones” de la Municipalidad de Ciudad  y que, por iniciativa de ellas, se convirtieron en “raperas”. Además, se presentaron el Ballet Juvenil de la Ciudad de Mendoza, el Ballet Divergente de Bachata y Salsa y el cantante Leandro Gómez.

La secretaria de Gobierno, Natacha Eisenchlas, manifestó: “Los talleres sociales son muy importantes porque son una herramienta fundamental de promoción social. Son una forma de sustento para muchas familia y una manera en la que los alumnos encuentran la autoconfianza. A los asistentes, ver los resultados de sus trabajos les eleva la autoestima, los motiva a continuar y, por supuesto, fortalece los vínculos comunitarios”.

Una alumna de los talleres, Isabel, expresó: “Es muy positivo haber encontrado en mí habilidades que he podido plasmar en cuadros y tejidos. Me he sorprendido de mí misma. Además, he conocido buena gente, los profesores son muy dispuestos y siempre están atentos a nuestras necesidades de aprender nuevas cosas”.

Los talleres se dictan durante todo el año en distintos barrios y espacios de la Ciudad. El fin del programa es ofrecer la posibilidad de salidas laborales que sean de utilidad para los concurrentes. Así, se fomenta el trabajo manual-artesanal en la comunidad, propiciando lazos socioafectivos en un aprendizaje creativo cultural.

Los cursos están pensados para toda la comunidad de la ciudad de Mendoza: adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores. Además de posibilitar una fuente laboral, sirve para establecer un espacio creativo, participativo y de contención para diferentes edades. De esta manera, se aumentan las  capacidades y se incrementa la autoestima y valoración personal, creando redes de solidaridad como herramientas de interacción.