La Municipalidad de Capital recibió y le dio la bienvenida a la Ciudad, a los chicos del comedor “Rinconcito de Luz” ubicado en el departamento de Luján de Cuyo. Junto a un grupo de personas que llevan la solidaridad en la sangre y desinteresadas en dar a conocer su identidad, hicieron que los pequeños -entre ellos adolescentes-, pudiesen ver el partido de Argentina y Francia en pantalla gigante, comiesen un rico locro, jugaran en los jardines del parque, entre otras actividades que hicieron sonreír a los niños y niñas presentes.
Fueron 120 los pequeños que llegaron a la Nave bien temprano para ser recibidos con un desayuno y obsequios que entregó la muni, como ropa de abrigo (cuellitos, guantes, gorros). De ese número, el 95 por ciento no conocía el Parque Central y mucho menos la Nave, por lo que se los pudo ver disfrutar a pleno en este espacio de encuentro solidario que organizó gente de todas partes de Mendoza y de diferentes clases sociales.
Mientras, un grupo de personas cocinaba un gran locro que degustaron maestras, directoras, mamás, coordinadores y todos los que colaboraron bajo el mismo objetivo: que los chicos del comedor la pasaran increíble.
Luego del riquísimo locro, la sala mayor de la Nave se preparó para que “Mía y Guadalupe”, actrices locales, brindaran una entretenida intervención artística. Pero el cronograma no terminó ahí. Una institución gastronómica donó una torta de 12 kilos destinada a los asistentes de “Rinconcito de Luz” y por supuesto, a los que colaboraron.
Susi Velazquez, maestra y directora del comedor, dijo: “Esto surge por la sensibilización de la gente respecto a cómo viven nuestros chicos. Gran parte de la comunidad se solidarizó y donó comida, ropa, bebida, sin necesidad de querer darse a conocer. Esto nos hace sentir merecedores de cariño”.
Susi contó: “La idea del comedor empezó en julio de 2012; nosotros somos ocho maestros, y no podíamos entender cómo podíamos hablar de multiplicación o resolución de problemas cuando las necesidades eran otras, como la comida, el compartir una mesa, tener un espacio en común”.
“A ´Rinconcito de Luz´ puede asistir cualquiera, no es una escuela tradicional, somos una comunidad educativa formada por maestros, padres y madres que ayudan, se hacen cargo y acompañan el proceso de sus hijos desde el afecto. Agradezco a todos los que hicieron posible esto, porque ver a los chicos felices no tiene precio”, finalizó Susana.
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