Julio Le Parc fue nombrado «Padrino Cultural» de la Ciudad

Nov 27, 2017 Categoría: Cultura, Destacada

El legendario artista plástico mendocino Julio Le Parc regresó a su provincia y fue recibido por el intendente Suarez, quien lo distinguió como «Padrino Cultural» de la Ciudad de Mendoza. Este lunes a la mañana, Le Parc, acompañado por su hijo Yamil, visitó la Nave Cultural y recorrió la futura plaza Di Benedetto, que intermedia entre las dos Naves.

También se le presentaron los avances y la impronta cultural que tiene el Plan de Renovación Urbana para la Ciudad. Por eso autoridades municipales repasaron el plan integral que tiene como objetivo poner en valor los espacios públicos para que la gente pueda volver a apropiarse de ellos.

La Ciudad está interviniendo espacios culturales como los teatros Mendoza, Gabriela Mistral y Quintanilla, así como el Museo Municipal de Arte Moderno. A su vez se está trabajando en una sala anexa de este museo que tendrá lugar en el Parque Central. A esto se suma la plaza Di Benedetto, La Báscula (donde se realizará la FIESA) y la Nave Creativa que se instalarán en los galpones aledaños a las Naves.

«Siempre que vuelvo me siento muy bien, llegamos ayer a la tarde y es prácticamente como si no me hubiera ido nunca. Aunque estoy muy sorprendido por todos estos cambios, particularmente todo esto que estamos viendo acá que es extraordinario. Le hace bien a la cultura y está creciendo muchísimo», expresó el maravilloso artista.

 

 

Respecto de su nombramiento como Padrino Cultural, Le Parc con buen humor manifestó: «Yo todavía no llego a entender porque acabo de ser nombrado, tengo que acostumbrarme pero el intendente dice que debo andar todo el tiempo con las gafas oscuras puestas para ser un verdadero padrino».

Recién llegado, esta talentosa figura de las artes mundiales piensa quedarse unos días más donde seguirá recibiendo reconocimientos y agasajos especiales, así como las posibilidades de «comer un chivito y tomar un vino», como él mismo aseguró. Le Parc tiene un vino que lleva su nombre y al que contribuyó en el diseño de la caja, la cual obtuvo un premio en Barcelona. ¿Qué tal es ese vino? «Muy bueno a mi simple juicio, que no soy enólogo ni borracho…», dijo entre risas el artista.

Respecto de los avances en la Ciudad, Le Parc aseguró: «Desde que llegué estoy muy sorprendido, no creo que haya otra provincia con un desarrollo de esta naturaleza. También me contaron diferentes iniciativas que se han encarado en el Centro Cultural Julio Le Parc y con esto que se agrega de los museos y teatros y con la visión de que un vasto público sea protagonista o cómplice de las cosas que se le puedan sugerir, se ve un crecimiento extraordinario que me pone muy feliz».

 

 

Al hablar de la posibilidad de volver a exponer en Mendoza, Julio fue categórico: «Lógicamente, claro que sí. Las experiencias que tuve acá fueron muy muy buenas, me provocaron muchos recuerdos que se agregaron a los que tenía de mi niñez y de mis antiguas estadías en Mendoza. Siempre que me invitaron dije que sí».

«Cuando me siento reconocido por el lugar de donde yo vengo es como si mi mamá estuviera contenta por su hijo y como si mis amigos de la infancia, a los que yo quería mucho, también fueran reconocidos. Pienso en Chicho el almacenero, o como si todo el paisaje de esta Ciudad fuera en cierta manera reconocido. Alguno puede pensar que aceptar un reconocimiento es ser pretencioso, pero yo cuando me siento reconocido es como si estuviera trayendo conmigo todo lo que fue mi infancia, luego mi juventud y todos los años de trabajo», afirmó Le Parc.

Respecto de alguna futura exposición, el artista desafió con un sueño no concretado aún: «Me gustaría hacer una exposición que fuera solamente de participación de la gente. Como si fuera un gran laberinto cuya terminación sea la luz y que la gente lo recorra y experimente con las proposiciones que yo podría hacer. Y lograr que esa gente al salir de esa exposición o experiencia pueda salir con un grado de optimismo más alto que con el que entró. Cuando hay un lugar las ideas se precisan mejor y se ajustan a la geografía, a la circulación del espacio y el lugar donde ese espacio se encuentra. Eso condiciona las ilusiones y las utopías».

 

 

Recuerdos, satisfacción y humildad

«Ya no me queda mucho para ofrecer, pero si lo que yo he hecho en todas estas décadas desde el comienzo de mi vida aquí en Mendoza, el producto de todo ese esfuerzo, ese trabajo, esa realización en algo pueden aportar aquí en Mendoza, donde yo he nacido, algo para que la gente se sienta un poquito más optimista, que afronte sus problemas de una manera más directa… Si todo ese trabajo ha servido un poco para eso yo me siento muy satisfecho.

«Lógicamente, el que hizo todo eso tiene su origen por acá muy cerca de esta Ciudad, con su gente y su medio. Mi papá era obrero ferroviario, maquinista, así que ver estos lugares recuperados es algo extraordinario también y me hacen sentir a mí vinculado a los trenes que pasaban cuando yo vivía cerca de las vías ferroviarias. La gente, las asociaciones, los obreros, los amigos de mi padre… Es muy gratificante que alguien que salió de todo eso pueda volver ahora con esta clasificación de Padrino», afirmó.

 

Mendoza en el mundo

«Mendoza es una provincia que está lejos del mundo de la cultura en general pero hay muchos artistas y actividades que engloban a Mendoza, a Buenos Aires, a América Latina y en la medida en que se aumente ese reconocimiento a nivel internacional se va notando que en realidad los artistas mendocinos, argentinos y latinoamericanos son equivalentes a por ejemplo los de Estados Unidos o los europeos. Sucede que hay un sistema de valorización del arte contemporáneo que hace que se dejen algunas zonas del mundo un poco abandonadas, como los africanos, los asiáticos y los latinos. Pienso que poco a poco vamos a lograr un equilibrio y las cosas van a ponerse en su lugar, Mendoza con sus artistas creadores y seguramente con todos los que van a parecer gracias a estas nuevas iniciativas que se están tomando, que van a dar frutos importantes en el futuro», vaticinó el genio creador.

A su vez, Julio Le Parc le dejó un mensaje a los artistas que están comenzando: «Les diría que sean ellos mismos, mientras sean así van poder sacar cosas adelante que siempre es difícil para un joven artista. No dejarse influenciar mucho por las exigencias del medio artístico nacional o internacional, sino tratar de hacer lo que él puede dentro de ese medio, sacar lo mejor de sí mismo dentro de ese contexto».

 

 

El decreto

La Municipalidad de la Ciudad de Mendoza nombró a Julio Le Parc como Padrino Cultural por los siguientes motivos:

-Que en la cuna de notables talentos mendocinos, Julio Le Parc vivió las primeras experiencias de toda naturaleza, su niñez, entre familia y
paisajes, ríos y viñedos, que constituyeron la base fundamental de su personalidad, plasmada luego en una trayectoria universalmente reconocida por su invaluable aporte a la modernidad y permanente búsqueda artística.

-Que esta gestión ha encarado una importante renovación de la Ciudad de Mendoza, cuyo centro de atención es el habitante, haciendo desde lo urbano
y hacia el desarrollo cultural e intelectual, una fuente transformadora de vida.

-Que en los renovados espacios y en la integración de todos los actores que hacen al quehacer cultural reconocen como referente indiscutido la figura de Julio Le Parc, a través de las diversas manifestaciones de su actividad artística y humana, motivo por el cual amerita el homenaje indeleble de sus conciudadanos.

 

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