La nueva comedia municipal brilló el sábado en el teatro Quintanilla.

Luego de dos meses de intensos ensayos, finalmente subió a escena la 15ª edición de la Comedia Municipal Cristóbal Arnold. La obra es «Pequeños círculos», un texto del dramaturgo porteño William Prociuk dirigido en esta ocasión por el joven y reconocido Ariel Blasco. La propuesta propone un atrapante cruce entre ficción y realidad que se estrenó frente al público este sábado, a las 22, en el teatro Quintanilla.

Una sala repleta recibió a los artistas que encarnan esta pieza, protagonizada por Rubén González Mayo, Jorgelina Jenon, Marina Candolino, David Laguna y Rodrigo Casavalle. Esta primera función tuvo la particularidad no sólo por estar destinada a prensa e invitados especiales, sino que también se completó el cupo de localidades del teatro con entrada absolutamente gratuita.

La función fue un éxito total tanto en convocatoria como en la respuesta del público que brindó un cálido aplauso a todo el elenco.

«Estamos muy felices de concretar el estreno de una nueva edición de la Comedia Municipal Cristóbal Arnold. El intendente Suarez nos ha pedido a sus colaboradores especial atención a todo lo que tiene que ver con la actividad cultural, con que nuestros artistas puedan estar en escena, con que más mendocinos y más turistas puedan disfrutar del talento local», expresó Mariana Juri, secretaria de Cultura, Turismo y Desarrollo Económico.

«También tenemos la gran alegría de contarles que dentro del Plan de Renovación Urbana ya se iniciaron las obras de reparación tanto en el teatro Quintanilla como en el Museo de Arte Moderno», añadió la funcionaria.

«Pequeños círculos» continuará en cartelera todos los fines de semana de junio y julio con funciones los sábados a las 22 y los domingos a las 20. La entrada general tiene un valor de $80 mientras que para jubilados y estudiantes el costo será de $50.

Esta es la sinopsis de la obra:

«Albert, un reconocido escritor de best sellers con un oscuro pasado a cuestas, está intentando escribir una obra que por fin lo libere de ese peso. Quizás sea el texto imposible, aquel con el que sueña todo escritor. Esa batalla, la de los recuerdos, la escritura, el amor, la muerte y los intentos por comprender los mecanismos de la ficción, es la que se libra en esta fascinante nueva obra de Albert (y de William Prociuk)».