Los viernes de febrero las películas de la sala serán sobre romances no tan exitosos.
«No todo es color de rosas para los enamorados de estas películas». Con esa frase, los programadores del Microcine Municipal David Eisenchlas sintetizan el ciclo que durante los viernes de febrero proyectará cintas de desamores y algunas historias de pareja con situaciones confusas, problemáticas, obstaculizadas y hasta atemorizantes. Las funciones serán a las 21, con entrada gratuita sujeta a la capacidad del espacio (110 butacas).
La sala de cine arte ubicada en el subsuelo de la municipalidad de la Ciudad de Mendoza comenzó con el ciclo «Amores complicados» el viernes pasado con el clásico «Zabriskie point», del director italiano Michelangelo Antonioni.
Este viernes 10 continuará con «La chica del puente», del Patrice Leconte:
«La chica del puente» – Francia – 1999 – Gabor, un lanzador de cuchillos, le salva la vida a Adèle cuando estaba a punto de arrojarse desde uno de los puentes del Sena. Adèle siempre ha sido una mujer desdichada. Gabor es un poco mentiroso, pero en el fondo tiene buen corazón. Finalmente, los dos se van a vivir juntos, pero Adèle tiene un problema: es una persona mentalmente inestable que se cansa pronto de todo. Protagonizada por Daniel Auteil y Vanessa Paradis.
La programación se completa con los siguientes filmes:
Viernes 17
«Ojos bien cerrados» – Stanley Kubrick – Reino unido – 1999 – Un médico neoyorquino cuya vida parece ir muy bien: está casado con una preciosa mujer, tiene una hija y tiene un trabajo que le gusta. Pero, luego de asistir a una fiesta, su esposa Alice le habla de unas fantasías eróticas y de cómo estuvo a punto de romper su matrimonio por un desconocido. Abrumado por esta confesión, entra a un local, donde un compañero le habla de una congregación secreta dedicada al hedonismo y al placer sin límites. A partir de entonces un mundo dominado por el sexo y el erotismo se abre ante él.
Viernes 24
«Con ánimo de amar» – Dir. Won Kar Wai – 2002 – Hong Kong, 1962. Chow, redactor jefe de un diario local, se muda con su mujer a un edificio habitado principalmente por residentes de Shanghai. Allí conoce a Li-zhen, una joven que acaba de instalarse en el mismo edificio con su esposo. Ella es secretaria de una empresa de exportación y su marido está continuamente de viaje de negocios. Como la mujer de Chow también está casi siempre fuera de casa, Li-zhen y Chow pasan cada vez más tiempo juntos y se hacen muy amigos. Un día, ambos descubrirán algo inesperado sobre sus respectivos cónyuges.