Será el 11 de febrero en el teatro Quintanilla. En esta nota, los detalles.
La 14ª edición de la Comedia Municipal Cristóbal Arnold será la obra «La jam session de Méndez», de César Brie, y estará dirigida por el actor, director y dramaturgo Pablo Longo, mientras que la asistencia de dirección estará en manos de Ariel Blasco. La puesta tendrá música en vivo, será itinerante y contará con un elenco integrado por cuatro personas.
Las audiciones para conformar este equipo se realizarán el sábado 11 de febrero en el teatro Quintanilla (subsuelo de la plaza Independencia). Para ello se convocará un elenco compuesto por 1 (un) rol femenino y 3 (tres) roles masculinos, que deberán contar con características específicas que se detallan en las bases, las cuales se pueden descargar aquí, a través del siguiente enlace:
La obra cuenta la siguiente historia: «Con tal de poder entrar a una fiesta para ver a su amada, el gordo se hace pasar por el contrabajista de un grupo de jazz. Méndez no sabe tocar el contrabajo pero su cavernosa voz imita a la perfección el sonido de las cuerdas. Detrás de este argumento se esconden tres amores: el amor no correspondido por una mujer por la cual se atraviesan todos los infiernos; el amor por el jazz, cuya música ayuda al gordo Méndez a soportar su inmensa soledad y el amor por la comida en la cual el gordo encuentra breves y sabrosos refugios y consuelos».
El autor
César Brie es un autor argentino que se autoexilió en 1975 en Italia donde fundó el grupo Tupac Amaru y luego se vinculó al famoso Odin Theatre de Dinamarca junto a Eugenio Barba. A principios de los ´90 regresa a Latinoamérica y se instala en Bolivia para fundar el comunitario Teatro de los Andes, convirtiéndose en uno de los máximos exponentes y referentes gracias a la calidad de sus obras que denuncian la violencia, la injusticia, la corrupción y la impunidad.
«La jam session de Méndez» es una de sus piezas más populares, aparentemente sencilla por el juego que plantea. Posee una alta dosis de humor y ternura, en una primera lectura pareciera quedarse instalada en el juego del amor que siente el protagonista, ya sea por la comida o por su amada imposible; sin embargo, en lo profundo realiza una crítica mordaz a la sociedad y sus cánones de belleza y felicidad, siempre superficiales ya que la amada pese a sorprenderse por el alma de El Gordo opta por lo superficial y se lamenta de que él no sea flaco.