Raquel Fluixá, arribó a la Nave Cultural con la idea de mostrar el resultado de sus últimos 10 años de labor artística. En sus obras podemos observar un lenguaje artístico de fuerte contenido popular que se caracteriza por su inscripción en el expresionismo figurativo.
La formación plástica de Raquel Fluixá se realizó con un fervor de viajera y estudiosa constante para consolidar un lenguaje. Sus conocimientos de la plástica no ponen en duda esta afirmación. Debemos pensar que esta muestra ha sido el anhelo de manifestar esa faz crítica percibida fuera de los ámbitos académicos, teniendo el valor de pensar con una libertad total sobre los contenidos de su obra, como también enfatizar con alegría las costumbres de nuestra gente en sus periódicas festividades donde se produce una participación totalmente pluralista.
El pueblo es el que habla, la artista es la que retrata sus perfiles con asombro. Su obra es una fiesta del color, éste estalla como una pedrería incrustándose en el público con una contemplación atenta, donde recibe esa mirada un poco irónica, un poco paródica, para mostrar esa específica realidad.