En una línea de las grandes “big bands” de los años 40 (Benny Goodman, Artie Shaw, Count Basie) se inscribe la “Sparkling Big Band” (Sparkling: centelleante, chispeante) un ambicioso grupo musical. Sus 27 artistas le ofrecieron al público una excelente reunión de temas algunos de ellos inscriptos en la rica historia del swing.
Que una formación como esta, posible de encontrar en las grandes capitales del mundo, se haya armado en Mendoza es un hecho por demás auspicioso y grato. El público pudo en esta última presentación disfrutar de los sonidos maravillosos que sólo una gran orquesta de jazz puede instalar en el aire.
Por su parte, la actuación de la “Levingston Colmenares”, con su carga de gran base rítmica: rumba, cha cha cha y guajiras, fue impresionante.
El éxito acompañó a estas presentaciones. Más de 9.000 personas asistieron a estos recitales tan diferentes entre si, pero impecables en sus repertorios. Gran fiesta para los mendocinos debido a la iniciativa de la Comuna de la Ciudad.