Desde entonces pasó a formar parte del patrimonio intangible de los mendocinos hasta que quedó devastado por el vandalismo de manos anónimas.
Está compuesto por nuevo módulos que exhiben, a través de dioramas, el desarrollo en cien años (1850 – 1950), de los grandes hechos históricos que transformaron el vetusto callejón en lo que es la actual avenida Las Heras.
Las técnicas expográficas como dioramas, modelos a escalas y vitrinas, al ubicarse en plena calle, sin paredes que las limiten, adquieren el valor agregado de convertirse en medios de comunicación social, hecho que ha permitido a los entendidos caracterizar al Museo Popular Callejero como úncio en su género, ya que no existe a nivel mundial algo similar.
Los nueve dioramas representan otras tantas etapas, no sólo de la historia de la avenida Las Heras, sino también, a través de éstas, de la propia Ciudad de Mendoza.
El diorama 1 alude a la Calle de las Carretas, en el período 1860 -80, en que la avenida tenía piso de tierra y recibía ese nombre porque allí se concentraban las carretas que traían mercaderías de la ciudad. El diorama 2 refleja el período 1885-98 durante el cual la tierra del piso dio lugar al empedrado, en tanto que el diorama 3 habla de la inauguración del ferrocarril en 1885, rememorando la llegada del presidente Roca, con una réplica exacta de la locomotora que lo trajo e inclusive, muestra la presencia de un hombre que existió en la realidad, un periodista que está escribiendo, registrando el momento.
En el diorama 4 se muestra un instante del comienzo del flujo inmigratorio, 1874, aunque la oleada principal se produjo entre 1885 y 1913. Allí se advierte un mateo, un hotel y surtidores de agua para uso público.
El diorama 5 está referido al Mercado Central en 1910, una de las escenas más simpáticas que rememora la vitalidad y colorido de ese sitio tradicional. El siguiente diorama se refiere a la época en que la avenida Las Heras tenía el bulevar de las Palmeras datileras (1907-1930). Allí se ven kiosco, Mateos y otros elementos sobre una calle que ya está adoquinada.
En los dioramas 7 y 8 se advierte la evolución de la avenida Las Heras a través del tiempo, mientras que el 9 nos trae la vida popular de la calle en 1930, con los pregoneros, Don Quiroga el vendedor de mates, el pajarero, el yuyero y otros anónimos personajes que recobran presencia en la historia de la Ciudad gracias al Museo Popular Callejero.
Para restaurar el Museo se desmontaron todos los dioramas, a través de los rieles propios internos, trasladándose al Museo Municipal de Arte Moderno. Allí se procedió a la limpieza minuciosa y restauración de las figuras y a la pintura. Se concretó una minuciosa investigación sobre los materiales originales de los dioramas (panoramas tridimensionales), que quedaron como inicialmente fueron realizados en 1993.
Además se procedió al recambio de la iluminación en figuras pequeñísimas como farolitos, casas, tren, etc., que forman parte de las escenas. Se pintaron y decoraron al estilo francés las cajas, y se le cambió toda la iluminación interna, como así también la información lateral que relata el significado de cada diorama.