Velas artesanales, arreglos navideños, y una serie de artesanías, son algunos de los elementos que fabrican estos verdaderos ejemplos de vida con sus propias manos y con la ayuda de profesionales idóneos preparados no solo en lo técnico, sino fundamentalmente desde su sensibilidad y su calor humano.
En orientación, movilidad, y sistema Braile, son instruidos a los no videntes, hipoacúsicos, sordos y a otros chicos, que por su discapacidad, requiera de tratamiento personalizado. Además se les inculca normas de conducta y de desarrollo personal.
Este establecimiento está comandado por la Lic. Alejandra Weintraub, y junto a ella trabaja un equipo de 15 profesionales especializados y terapeutas y dos persona que realizan tareas administrativas.
Actividades cotidianas
Para desarrollar sus aptitudes, el municipio les provee tanto de los materiales como de los diferentes ingredientes para que los chicos, además de las piezas artesanales, cocinen alfajores de maizena, tartas, bombones de chocolate, y otros piezas gastronómicas, en la cocina del establecimiento preparada adecuadamente para tal fin y aplicando las normas de higiene y conservación para la elaboración de estos comestibles.
Otra de las actividades que cumplen es la elaboración de bolsas para residuos domiciliarios en su taller propio y que proveen de éstas al municipio.
La mimbrería no escapa a las manos de estos verdaderos artesanos que realizan todo tipo de elementos con este material. Como tampoco escapa el bordado.
¿Qué destino tiene lo fabricado?
Todo lo que se fabrican los chicos es vendido teniendo en cuenta las pautas bromatológicas. Y con este ingreso, los chicos realizan un viaje, una vez al año, que es financiado con estos ingresos.
Los chicos ya han viajado a Río Tercero, Córdoba y a Chapadmalal, entre otros destinos.